El próximo lunes 15 de abril, por fin tendremos el acto de presentación en Madrid de dos libros de Daniel Arasa, director de CinemaNet, Dios no pide el currículum y El mundo es de los que madrugan.
Después de una auténtica carrera de obstáculos y de aplazamientos, vamos a tener la ocasión de verlos converger en una auténtica fiesta de la palabra y el pensamiento, con tres presentadores de lujo arropando al autor:
Germán Rueda, catedrático de historia y mentor de Ideas y Libros.
Jerónimo José Martín, crítico de cine y Presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Francisco Serrano, catedrático de periodismo y miembro de la Junta de la Asociación de la Prensa de Madrid.
CUÁNDO: Lunes 15 de abril
DÓNDE: Librería NEBLÍ (TROA Librerías), Calle Serrano 80, 28006, Madrid
ENTRADA LIBRE
El subtítulo de El mundo es de los que madrugan nos indica que el libro contiene 200 brochazos sobre trabajo, dinero y liderazgo. Y es así en realidad, habla de trabajo, dinero y liderazgo. Pero hay mucho más, y después de haber disfrutado de su lectura, nos queda el buen regusto da que en el fondo de cada una de esas pinceladas, como sucede en Dios no pide el currículum, palpita toda una filosofía de vida. Sin moralinas fáciles, pero con criterios morales muy claros, y totalmente necesarios, porque, como bien advierte el autor, «cuando los valores desaparecen en la vida, de inmediato aparecen conductas contrarias a la ética». Los libros de Arasa enseñan a vivir bien, como Dios manda (literalmente).
Como no podía ser de otro modo en un hombre que cree en el cine como transmisor de valores capaz de transformar el mundo, Arasa nos trae el ejemplo de un cineasta, Pat McGoohan, director de algunos de los episodios de la famosa serie Colombo y actor de renombre (lo recordamos como el juez Judge Omar Noose en Tiempo de matar [Joel Schumacher, 1996] o el rey Eduardo I en Braveheart [Mel Gibson, 1995], entre otros muchos papeles en filmes y series cinematográficas). En ese mundo proceloso de los negocios del cine, McGoohan fue capaz de anteponer sus firmes convicciones católicas a una oferta muy suculenta de dinero y prestigio. Todo un testimonio. Da que pensar.
Ambos libros son muy distintos en los contenidos de sus capítulos, pero tienen en común el gozo de vivir, una invitación a disfrutar de lo bueno, no como una evasión, sino como una ocasión de encontrarse con lo mejor de sí mismo y de reforzar los vínculos con los demás. Descanso y compromiso, trabajo y ocio, vivir el hoy y el ahora y saber retirarse a tiempo… Pueden parecer conceptos opuestos, pero no lo son en la pluma de Daniel Arasa, no lo son en la sabiduría de vida que nos transmite. Resultan complementarios, porque solo quien sabe amar su trabajo es capaz de disfrutar de la fiesta y de las vacaciones. Si los días de asueto se convierten en un fin en sí mismos (trabajar amargado durante toda la semana con tal de disfrutar del weekend, o a lo largo de doce meses esperando uno de vacaciones) nos dejarán un balance muy corto de satisfacciones y muy largo de cansancio y horas sin sentido.
La savia nutricia de ambas obras es una fe profunda y comprometida, como faro que ilumina las singladuras de la vida y orienta para llegar a puerto seguro. Cada capítulo, cada reflexión, cada brochazo, rezuman el entusiasmo de ser hombre, criatura amada por Dios, llamada a ser feliz en plenitud y a expandir por el mundo la buena noticia de que la vida tiene sentido, en el tiempo y en la eternidad.
Dos magníficos libros, con palabras portadores de optimismo y de sentido común, que nos enseñan a vivir con gozo los instante cotidianos y nos estimulan a lanzarnos a la maravillosa aventura de ser felices sacudiéndonos el egoísmo y la pereza y hacer de nuestra existencia un ámbito de amor y servicio.