Los anillos de poder (2ª temporada) | En busca de Tolkien

Javier Muñoz Morales

Soy Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, así que se supone que lo mío son los números. En realidad, prefiero los libros y el cine. Estoy convencido de que detrás de cualquier película hay una visión del hombre y del mundo que merece la pena descubrir

Dos años después del lanzamiento de la primera temporada de Los anillos de poder, Amazon Prime Video vuelve con fuerza para presentarnos la segunda entrega. Había mucha expectación, a la vez que cautela, por ver cómo planteaba Amazon esta nueva temporada de uno de los lanzamientos del año. Más si cabe cuando, en general, la primera entrega dejó entre el público una clara división de opiniones; por un lado, una calidad técnica y de producción notable pero, por otro lado, una dudosa fidelidad a la obra de Tolkien.

La segunda temporada de Los anillos de poder se centra en la forja de los anillos elaborados por Annatar y Celebrimbor. Pero también avanza con el resto de tramas que ya vimos en la primera entrega: Númenor con los hombres, Khazad Dum con los enanos, el rey Gil-Galad y los elfos, los Pelosos y el Extraño, y el comandante Adar con los orcos del Sur.

Son muchas tramas y muchos personajes, de interés muy variable para el espectador; si bien las dos principales, y quizás las más interesantes, son la de Annatar y Celebrimbor forjando los anillos en Eregion, y la del rey Durin en Khazad Dum. Pero se echa de menos más tiempo en estas dos tramas, que son realmente potentes.

Los elementos positivos son evidentes: el tono general de la serie es más oscuro y tenebroso, no en vano el mal se extiende por la Tierra Media; Annatar, el señor de los dones (antes Halbrand), gana en fuerza y presencia, y su manipulación de Celebrimbor es, de lejos, lo mejor de la temporada; el personaje de Adar sigue siendo muy interesante; y, por último, el apartado técnico, en lo visual y en la música, se mantiene sobresaliente. Y hasta aquí podemos leer sin caer en spoilers.

En cuanto a la parte negativa, la principal pega sigue siendo la adaptación de la obra de Tolkien y las libertades que se han tomado los creadores de la serie. Pero las objeciones van más allá. Como ya hemos apuntado más arriba, demasiadas tramas que le quitan tiempo de metraje a las que son realmente importantes. Pero también personajes esenciales que no transmiten como debieran; ciertos fallos de montaje y dirección que hacen confusos algunos momentos durante el transcurso de la temporada; y oportunidades perdidas para ofrecer una serie realmente épica.

En resumen, y poniendo en una balanza tanto aspectos positivos como negativos de la serie, podemos decir que la segunda temporada de Los anillos de poder es mejor que la primera, siendo la trama de la forja de los anillos la que sostiene esta segunda entrega. Pero una serie tan ambiciosa como ésta, y tan sensible para los fans de Tolkien, no puede fiarlo todo al apartado técnico; se le exige mucho más que eso. En otras palabras, le sigue faltando alma y eso pesa mucho más que los millones de dólares invertidos.