Entrevista a Daniel Burman por Jerónimo José Martín
<< Me sorprende que a la gente le asombre mi interés por la familia >>
[Jerónimo José Martín.
Presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos]
Productor, director y guionista, el argentino Daniel Burman se ha ganado un merecido prestigio con películas como Historias Breves , Esperando al Mesías , Siete Días en el Once , Todas las Azafatas van al Cielo , El Abrazo Partido o Derecho de Familia . Ahora culmina su trilogía familiar con El Nido Vacío , premiada en el Festival de San Sebastián 2008 con la Concha de Plata al mejor actor (Óscar Martínez ) y el premio a la mejor fotografía. Pudimos hablar con él durante el certamen donostiarra.
¿Cómo surgió esta película?
Surgió mirando a mi hijo durante el rodaje de Derecho de Familia . Advertí que todo ese amor infinito, esa presencia absoluta que es un niño en tu vida, luego será una ausencia y un abandono. Demasiado pronto, tu hijo aparece con una señorita de la mano, y como si nada te dice que se va vivir a Australia a salvar ballenas o que ha ganado una beca Guggenheim para estudiar en China alguna carrera innecesaria. He intentado explorar ese momento del reencuentro del matrimonio tras la partida de los hijos.
¿Cuál ha sido el aspecto más complicado: el guión, el rodaje o el montaje?
Todo ha sido muy costoso… La estructura dramática es un poco más compleja que la que usé en mis películas anteriores. También fue muy difícil la dirección de actores, sobre todo en secuencias como la primera, en que todos los personajes quieren hablar al mismo tiempo. El montaje también fue arduo, pues el material rodado me permitía múltiples posibilidades. En fin, ha sido una película complicada de realizar, pero estoy muy contento con su resultado final.
¿Varió mucho el guión en la mesa de montaje?
Nada. Rodé el guión tal y como lo había escrito. Fui bastante estricto con ese tema.
¿Ha evolucionado aquí su perspectiva de la familia en compara ción con El Abrazo Partido o Derecho de Familia?
Mi mirada va variando según voy pasando en mi vida por distintos momentos. Me sorprende que a la gente le asombre mi interés por la familia. ¿De qué habla en realidad toda la literatura clásica? De la familia. Basta recordar el libro del Génesis. Somos consecuencia de una familia, y tendemos a repetirla o a crear lo opuesto; y ahí termina toda la historia.
En este mismo festival, el tema central de casi todas las películas ha sido la familia.
No me extraña. Es un tema esencial, del cual quizá uno quisiera escapar, pero no puede . Es muy complejo mantener una familia… De pequeño parece que todo es muy fácil, pero, cuando creces, te das cuenta de que no es así en absoluto.
Esta vez ha mezclado muchos géneros, e incluso se atreve con el musical.
Me gusta variar y probar cosas nuevas. Por otra parte, a cualquier película le pasa como al río del refrán budista, que nunca es el mismo. Hay recursos que te funcionan en una película, pero en otra no, pues ni siquiera tú eres el mismo, ni el público, ni las situaciones. Hay que seguir buscando y mantener el sentido lúdico al hacer cine.
¿Le gustaría hacer un musical estricto?
Si lo paga otro sí… (Risas). El musical me parece un género muy interesante.
¿Hasta qué punto es autobiográfica esta película?
Casi nada.
El pasado 2 de septiembre, durante el Festival de Venecia, usted recibió de la Santa Sede el Premio Robert Bresson 2008 por su trayectoria. ¿Qué sintió?
Fue un acto estupendo y muy emocionante. En primer lugar, por la gran dimensión del propio premio. Antes de entregármelo, monseñor Claudio Maria Celli [Presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales] leyó un discurso tremendamente conmovedor, en el que hizo un análisis de mis películas muy humanista y tan profundo que me llenó de responsabilidad, pues nunca había visto mi trabajo desde esa perspectiva. No esperaba nada y encontré mucho. Que te den un premio por una película es una gran cosa; pero si te premian por los valores de todas tus películas te están obligando a reforzarlos.
Supongo que también habrán valorado la interculturalidad de sus filmes.
Seguramente. En Argentina tenemos una sociedad muy intercultural, pero no hacemos alarde de ello; lo vivimos de una manera muy natural.
¿Cuál es su siguiente proyecto?
Una obra de teatro que estoy preparando para representar en mayo en Buenos Aires. El teatro es un descanso después de hacer cine, pues éste pone en marcha una maquinaria cada vez más pesada. El teatro es como una pequeña vacación. Pero al cine pienso volver en cuanto pueda.