Diversos premios César avalan esta disparatada y trepidante comedia de enredo, escrita, dirigida y protagonizada por el francés Albert Dupontel. La película arremete contra la justicia gala, el sensacionalismo de los medios y la deshumanización del feminismo radical, que ha transformado la supuesta autoafirmación sexual, laboral y vital de las mujeres en un verdadero infierno afectivo para muchas de ellas. La película ofrece una visión muy positiva del matrimonio y la maternidad, decididamente alejada de la cultura de la promiscuidad y el aborto.
ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: 9 mois ferme |
SINOPSIS
Ariane Felder es una dura juez con unos valores intachables y un apego aún mayor por la soltería. Cuál es su sorpresa cuando se descubre embarazada sin saber quién es el padre. Una investigación y varios tests de paternidad después, Ariane descubre que el “culpable” no es ni más ni menos que Bob Dolan, un criminal de medio pelo perseguido por una terrible agresión. Sin saber cómo afrontar todo aquello, y con el torpe pero sincero delincuente ahora instalado en su casa, Ariane intentará llegar al fondo de la verdad y, sobre todo, decidir qué hacer con su nueva situación.
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CRÍTICAS
[Jeronimo José Martín – COPE]
Ariane Felder (Sandrine Kiberlain) es una dura jueza parisina, con unos valores intachables y un apego aún mayor por la soltería, provocado por su nefasta visión de los varones y de la maternidad. Seis meses después de una desmelenada fiesta de Nochevieja en el Palacio de Justicia de París, se descubre embarazada sin saber quién es el padre. Una investigación y varios tests de paternidad después, Ariane se entera de que el culpable no es otro que Bob Dolan (Albert Dupontel), un ladrón de medio pelo, estigmatizado por la opinión pública y perseguido a muerte por la policía a causa de la brutal agresión a un anciano paralítico. Sin saber cómo afrontar la situación, y con el torpe pero sincero delincuente ahora instalado en su casa, Ariane intenta llegar al fondo de la verdad y, sobre todo, decidir qué hacer.
Los Premios César 2013 a la mejor interpretación femenina (Sandrine Kiberlain) y al mejor guión original avalan esta disparatada y trepidante comedia de enredo, escrita, dirigida y protagonizada por el francés Albert Dupontel (Bernie, Le créateur, Enfermés dehors, Le vilain), que dice haberse inspirado en el documental 10e chambre – Instants d’audience, de su compatriota Raymond Depardon, sobre el día a día de una auténtica jueza. Además de una afilada crítica a la judicatura y a la policía galas, la película arremete contra el sensacionalismo de los medios de comunicación, el morbo de los espectadores y la deshumanización del feminismo radical, que ha transformado la supuesta autoafirmación sexual, laboral y vital de las mujeres en un verdadero infierno afectivo para muchas de ellas. En este sentido, y quizás sin pretenderlo, la película ofrece una visión muy positiva del matrimonio y la maternidad —con ecografía incluida—, decididamente alejada de la cultura de la promiscuidad y el aborto.
Todo esto se articula en un guion de ritmo endiablado y lleno de diálogos chispeantes, que Dupontel traduce en imágenes a través de una sugestiva puesta en escena, con moderneces formales y de montaje muy imaginativas. Todos los actores responden magníficamente a este planteamiento con unas divertidísimas interpretaciones, asumidamente histriónicas, en las que los constantes duelos verbales —ese genial abogado tartamudo…— se enriquecen con numerosas incursiones en el humor físico —el slapstick—, característico del mejor cine mudo y del cartoon clásico. Queda así un notable vodevil, eléctrico por fuera y sabroso por dentro, al que sólo cabe reprochar algunos detalles gore demasiado grotescos y un excesivo detenimiento en el patético encuentro sexual en torno al que se articula la trama. Como curiosidad, el popular actor francés Jean Dujardin (The Artist) y el singular cineasta estadounidense Terry Gilliam (Los héroes del tiempo, Brazil, El rey pescador) protagonizan un par de cameos delirantes e hilarantes.
[Decine21]
La justicia es ciega
Ariane es una estricta jueza, muy profesional, que ha tomado la drástica decisión de nunca formar una familia, o sea nada de casarse y tener niños. Como le gusta aparentar ser alguien “normal”, acepta participar en la fiesta de Nochevieja en el Palacio de Justicia de París, y hasta se toma alguna copita de más, hasta el punto de no recordar nada de esa celebración. Seis meses después descubre que está embarazada, lo que le lleva a indagar, como si se tratara de una investigación judicial, cara a averiguar quién es el padre. Todo apunta a que se trata de un pobre diablo, a quien se acusa de los crímenes del “globófago”, un horripilante asesino que se zampa los globos oculares de sus víctimas.
Alocada comedia, que juega al contraste, auténtica guerra suave de sexos, entre los personajes de magistrada y delincuente, bien caracterizados por Sandrine Kiberlain y Albert Dupontel, éste último también guionista y director de la cinta. En menos de hora y media se nos sirve una idea audaz, con extremos como algunos pasajes gore delirantes, y que a la vez aboga por salir del caparazón del personal egoísmo para pensar un poquito en los demás, incluido el propio hijo. Francamente divertida.
Para los supercinéfilos, advertir que Jean Dujardin y Terry Gilliam se han prestado a hacer sendos cameos. Curiosamente Dupontel se ha inspirado en un documental titulado 10ª habitación, instantes de audiencia, de Raymond Depardon, que sigue los pasos de una auténtica jueza.
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