Sinopsis
Al doctor Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) todo le va sobre ruedas: es un neurocirujano de éxito, con atractivo, un carisma afilado y un brillante futuro por delante. Todo se tuerce cuando se topa con su destino en forma de un brutal accidente de coche que le deja las manos inutilizadas. Ansioso por recuperar su principal herramienta de trabajo, Strange viaja al Nepal, donde entra en contacto con una misteriosa sabia de las artes místicas llamada la Anciana (Tilda Swinton). Allí descubrirá que en este mundo actúan fuerzas más poderosas y peligrosas de lo que nunca llegó a imaginar.
Crítica
La dimensión desconocida
Marvel lo ha vuelto a hacer. Partiendo del rico fondo en viñetas del que disponen, los de la Casa de las Ideas han repetido la fórmula que tan bien les funcionó en Guardianes de la Galaxia o Ant-Man: coger un personaje de cómic poco conocido por el gran público y convertirlo en una experiencia de entretenimiento de primer nivel. Los ingredientes son los de siempre: fidelidad a la obra original, una pizca de humor, mucha acción virtuosamente coreografiada, algún actor carismático y de renombre –en este caso, un irregular pero resultón Benedict Cumberbatch– y una desvergonzada y efectiva apropiación de los códigos de un cierto género cinematográfico.
Este último punto es fundamental: del mismo modo que Guardianes de la Galaxia era una space opera actualizada o El soldado de invierno era el acercamiento de la mitología del Capitán América a las tierras del thriller de espionaje, Doctor Strange bebe sin pudor de los pozos del orientalismo estilo kung-fu. A la espera de que llegue la serie sobre Puño de hierro, la historia de Stephen Strange es la versión Marvel de las historias de monjes budistas y energías místicas tibetanas.
Sin embargo, como bien sabe Arturo Encinas y como ya hemos tratado otras veces en CinemaNet, los superhéroes dicen mucho de nosotros mismos. Sin dejar de ser cintas de entretenimiento puro, Marvel suele dejar caer ciertas perlas para la reflexión que afloran de mirar con buenos ojos sus películas. Tras ver Iron Man 3, uno puede hablar sobre la perversión de la ciencia y la moral del héroe cansado, y la reciente Civil War era un comentario poco disimulado al debate eterno entre libertad y seguridad. Desde esta perspectiva, “Doctor Strange” conecta con la inquietud fundamental de cualquier hombre: la constancia de la propia mortalidad.
Lo que mueve la trama y a buena parte de los personajes no es el mero afán de poder o el deseo de conquista, sino el ansia de infinito. Dicho de otra forma, el deseo de vivir para siempre tras constatar que somos necesariamente finitos. Esto conforma la principal motivación del villano, Kaecilius –un Mads Mikkelsen inquietante como siempre, aunque algo limitado-. Es el mismo vértigo que experimenta la Anciana durante una de las principales secuencias de la película.
Otros temas de posible reflexión presentes en “Doctor Strange” son la tensión entre lo racional y lo espiritual –resuelta en el caso del hechicero protagonista con una subyugación de lo primero a lo segundo- o el tránsito del egoísmo al sacrificio que realiza el personaje principal. La principal reflexión moral que se puede extraer de la película viene de esto último, y podría resumirse en que la vida solo vale la pena olvidándose de uno mismo y sirviendo a los demás.
Hasta aquí todo muy bonito, pero no olvidemos que esto es Marvel, no El árbol de la vida, y que Doctor Strange es un blockbuster con vocación de reventar la taquilla. Las reflexiones y juicios son trabajo del espectador, porque la película de Scott Derrickson está preocupada en servir como entretenimiento de primer orden. Y desde luego no se le puede alegar nada por ahí, porque la película es muy divertida y apabullante en lo visual.
Es importante remarcar este último apartado porque –a pesar de que en este tipo de superproducciones el acabado sobresaliente de los efectos especiales suele darse por sentado- es el aspecto en el que más brilla Doctor Strange. Lejos de plegarse a cumplir con unos mínimos, las escenas de acción de la película son brillantes y demuestran una imaginación tan desbordante como los propios enfrentamientos. Valgan como ejemplo uno en el que todo Londres se convierte en un gigantesco mandala u otro en el que el tiempo y los luchadores no fluyen en la misma dirección.
En definitiva, Doctor Strange es a la vez una muestra de la buena dirección que ha tomado Marvel en los últimos años y un ejemplo que destaca sobre la media de películas basadas en cómic. Una revisión de los tópicos del espiritualismo oriental que guarda varias reflexiones interesantes bajo la alfombra y que cuenta con algunos de los efectos especiales más espectaculares de los últimos tiempos. Que se dice pronto.
Ficha técnica

- Título Original: Doctor Strange
- Dirección: Scott Derrickson
- Guión: C. Robert Cargill, Scott Derrickson, Jon Spaihts (Personajes: Stan Lee, Steve Ditko)
- País: EEUU
- Año: 2016
- Duración: 115 min. min.
- Género: Acción, Fantasía
- Interpretación: Benedict Cumberbatch, Chiwetel Ejiofor, Rachel McAdams, Mads Mikkelsen, Tilda Swinton, Benjamin Bratt, Michael Stuhlbarg, Scott Adkins
- Productora: Marvel Studios
- Música: Michael Giaccino
- Fotografía: Ben Davis
- Estreno en España: 28 de octubre de 2016
Excelente información, y era de esperar que doctor strange se quedara con todo en esa semana de estreno, era muy esperada, en este sitio tambien tienen más informacion sobre Doctor Extraño https://pelisgo.tv/ver/221-doctor-strange.html saludos!