Mientras Europa agonizaba bajo las bombas del tercer Reich, los estadounidenses miraban hacia otro lado… excepto unos pocos, entre los que se contaban apellidos ilustres como Ford, Huston o Capra. Hoy recuperamos una recomendación del padre José María sobre un documental online, La guerra en Hollywood, que indaga en la vida y obra de estos directores de cine que alzaron sus cámaras y sus brazos contra Hitler.
(Artículo cedido por su autor y publicado originalmente en su blog, Reflexiones de un pater cinéfilo)
«El cine ha sido una herramienta de seducción ya desde sus comienzos». Con esta frase, pronunciada por Steven Spielberg, se inicia La guerra en Hollywood, un documental en tres episodios dirigido por Laurent Bouzereau que pretende demostrar la influencia del séptimo arte durante la Segunda Guerra Mundial.
Para ello, presenta la biografía de cinco afamados directores de la época: John Ford, William Wyler, John Huston, Frank Capra y George Stevens. Estos, ciertamente, preocupados por el auge del nacionalsocialismo en Alemania, decidieron concienciar al público norteamericano del problema que eso suponía para el resto de Europa y, más tarde, para los mismísimos Estados Unidos.
Reconozco que este documental ha sido una verdadera sorpresa para mí. En efecto, como amante del cine, siempre he tenido constancia de la implicación de Hollywood durante la guerra para conseguir mayor número de reclutas, pero jamás imaginé que esta influencia había llegado hasta el punto de abrir el entendimiento de los americanos. Ciertamente, según afirma la obra, Norteamérica vivía al margen de los acontecimientos que estaban destruyendo Europa.
Pese a las noticias que llegaban de allí, nadie pensaba que sería un conflicto de características mundiales… ¡algunos incluso veían con muy buenos ojos el ascenso de Hitler al poder y su política de dominación internacional!. Sin embargo, aquellos autores, provenientes del Viejo Mundo, veían cómo sus familias eran masacradas y humilladas por el poderío alemán, por lo que resolvieron transmitir la verdad mediante el celuloide.
Pero, a mi juicio, el apartado más importante de todo el documental es el que relata las experiencias personales de los cinco cineastas mencionados arriba. Efectivamente, sobrecoge el descubrir cómo el gran John Ford, por ejemplo, compartió destino con cientos de soldados en las islas de Midway; o cómo el alegre George Stevens, autor de las célebres películas protagonizadas por Fred Astaire, entró en Dacháu para liberar a los judíos que allí padecían el oprobio nazi. Asimismo, estremece y lleva a la compasión el saber que estos hechos alteraron para siempre su visión de la vida, pues nunca fueron capaces de rodar largometrajes como los anteriores, ni se comportaron con los demás como lo habían hecho hasta el momento.
Sin duda, es un documental imprescindible para cualquier cinéfilo, pero también para cualquier persona que ame la historia o que, simplemente, desee acercarse a este triste período de la biografía humana. Aunque se trate de una expresión típica, debemos indicar que nos muestra el lado más entrañable de unas estrellas que se implicaron lo indecible en este conflicto y que, por ello, nos hace conscientes del horror que padecieron. Como prueba de ello, la serie hace hincapié en los dos filmes con que aquellas rubricaron simbólicamente su nueva visión de la vida: Qué bello es vivir y Los mejores años de nuestra vida.