Sinopsis
Mary Poppins (Emily Blunt) es la niñera casi perfecta, con unas extraordinarias habilidades mágicas para convertir una tarea rutinaria en una aventura inolvidable y fantástica. Esta nueva secuela, vuelve para ayudar a la siguiente generación de la familia Banks a encontrar la alegría y la magia que faltan en sus vidas después de una trágica pérdida personal. La niñera viene acompañada de su amigo Jack (Lin-Manuel Miranda), un optimista farolero que ayuda a llevar la luz -y la vida- a las calles de Londres.
Crítica
Mary Poppins regresa por la puerta grande
Hace pocos años tuve la oportunidad de ver, una vez más, Mary Poppins. Sí, la de 1964. Y la disfruté mucho. Cuando supe que iban a hacer una secuela, a decir verdad, me dio un poco de miedo: el temor de un fan que piensa que pueden estropear una gran historia, simplemente por querer intentar “hacer cash”. Dime que es “temor pueril”: vale, lo acepto, pero ¿acaso las historias que te han gustado no forman, a menudo, parte de tu vida?
Con este ai en el cuerpo fui a ver El regreso de Mary Poppins y… lo digo alto y claro: podemos estar tranquilos y contentos, porque Mary Poppins ha vuelto, 54 años después, con todo su esplendor. Es grande. Es bella. Es divertida. Es positiva. Optimista y divertida. Muy divertida. Como le dice Michael Banks al entrar, otra vez en su casa: “Mary Poppins, no has envejecido nada”. Y nuevamente, la disfruté como un niño.
Han pasado algo más de 30 desde que la niñera mágica se fue de Londres, volando porque el viento cambió su rumbo. Los hermanos Jane (Emily Mortimer) y Michael Banks (Ben Whishaw) han crecido. Ella es soltera y ha tomado el relevo de su madre, preocupada por las causas sociales y sindicales. Él vive en la casa de entonces, con sus tres hijos, Anabel, John y Georgie, y con Ellen (Julie Walters), la sirvienta.
Hace un año se quedó viudo y ahora las deudas económicas apremian: si no consiguen el dinero, el banco en el que él trabaja –donde ya lo hacía su padre– se quedará la casa de la Calle de los Cerezos. Por suerte, soplan buenos vientos y regresa Mary Poppins para cuidar, como dice, de los Banks, ‒que ya no recuerdan lo que Mary Poppins trajo consigo‒; también de sus hijos.
El regreso de Mary Poppins tiene un poco de remake: prácticamente se puede hacer un paralelismo perfecto de ésta con su predecesora. Pero, a diferencia de lo que hizo J.J. Abrams con La guerra de las galaxias y su El despertar de la fuerza, Rob Marshall consigue no calcar y ampliar, sino seguir, tomando lo mejor de la precuela, y crear algo nuevo: grandes y nuevas canciones, muy buenas coreografías –estamos como en otra época dorada de los musicales de cine–, una nueva historia, buenas interpretaciones…
Por ello, no es solo un gran trabajo de Marshall, que ya demostró su valía en los musicales con Chicago (2002), sino también de los guionistas (el propio director y David Magee, John DeLuca) y de los músicos Marc Shaiman y Scott Wittman (especialmente el primero).
Por supuesto, los actores juegan un papel –nunca mejor dicho– muy importante en este resultado. Emily Blunt, por su parte, consigue hacer regresar a Mary Poppins, sin que por ello estés todo el rato preguntándote “¿dónde está Julie Andrews?”. Ella dice que trabajó su personaje no viendo la precuela, sino leyendo y releyendo los libros de P.L. Travers. Y lo mejor de todo no es solo que lo borda, sino que consigue una muy buena continuidad con el gran trabajo de Andrews que, por cierto, mereció el Oscar. Emily Blunt hace que vuelva, de verdad, Mary Poppins.
También Lin-Manuel Miranda tiene el paralelismo perfecto con Dick Van Dyke (que hace un cameo en esta segunda parte): chico alegre, optimista, divertido y siempre sonriente. Canta bien, baila bien y ha sabido meterse muy bien en el papel de amigo de Bert que se dedica al oficio de farolero: pasearse por la city para encender y apagar las luces de la ciudad de este “lovely sky”, cómo canta en la genial apertura.
Y los niños: ¡quién no recuerda las caras de Jane y Michael de hace más de medio siglo! Ahora, los hijos Banks, Anabel y John, gemelos, y Georgie son, igualmente, motivo de las mejores sonrisas del espectador. Y de que, como en la de 1964, nosotros, espectadores, pensemos que, en el fondo, también queremos ser un poco niños. Para soñar, y vivir más allá del ajetreo diario que a menudo nos engulle.
Porque de esto va, también, El regreso de Mary Poppins. Y de todas las canciones se puede extraer un mensaje en esta dirección. No de “plástico”, sino real. No es ñoño, porque, como digo, a la orden del día está la necesidad de volver a ser como niños, para ser felices: no para “olvidar” todo nuestro día a día (“pasar” de él), sino para verlo y afrontarlo con optimismo. Porque se puede. Que la inocencia no tiene por qué ser sinónimo de idiotez.
Por supuesto, no puedo dejar de comentar la coreografía, al servicio de una buena música. O al revés. Siguiendo lo mejor de Mary Poppins, aquí se reinventan. Quizás no están al nivel de “Migas de pan”, “Con un poco de azúcar”, o, cómo no, “Supercalifragidisticoexpialidoso”…, pero no le tienen mucho que envidiar.
Da gusto escuchar y reescuchar la banda sonora, tanto en inglés, como la versión doblada. En Spotify (en castellano), te puedes dar este gustazo. Especial atención a “A cover is not the book” (“Por su tapa, un libro no deberéis juzgar”), entre otras muchas. Y, por supuesto, a los acordes de Mary Poppins que aparecen en alguna de las canciones de la película. A ver quién los encuentra.
En definitiva: que vale mucho la pena dejarse caer por el cine para ir a ver esta gran obra de Disney. Decían que, para Walter Elias Disney, Mary Poppins representó su obra culmen: fue nominada a trece Oscar, nunca superado por ninguna película Disney, y se llevó cinco de las estatuillas, entre ellas, mejor actriz y mejor canción, por “Chim Chim Cher-re”: ¡Oh, qué recuerdos! Veremos cómo acaba la gala de 2019, pero no me extrañaría que El retorno de Mary Poppins se llevara algún Oscar de los grandes. Yo, por lo menos, pienso que se lo merece.
Un consejo para los adultos:
- “Ballon Lady” (Angela Lansbury): Por supuesto, los adultos lo olvidarán
- Mary Poppins: Siempre lo hacen…
Que no olvidemos…
Ficha técnica
- Título Original: Mary Poppins Returns
- Dirección: Rob Marshall
- Guión: David Magee (Libro: P.L. Travers)
- País: EEUU
- Año: 2018
- Duración: 130 min.
- Género: Musical, Fantástico
- Interpretación: Emily Blunt, Lin-Manuel Miranda, Ben Whishaw, Emily Mortimer, Julie Walters, Dick Van Dyke, Angela Lansbury, Colin Firth, Meryl Streep
- Productora: Emily Blunt, Lin-Manuel Miranda, Ben Whishaw, Emily Mortimer, Julie Walters, Dick Van Dyke, Angela Lansbury, Colin Firth, Meryl Streep
- Música: Marc Shaiman, Scott Wittman
- Fotografía: Dion Beebe
- Estreno en España: 21 de diciembre 2018