Sinopsis
Cartas a Roxane -mezcla de ficción y comedia dirigida por Alexis Michalik y estrenada online en estos últimos meses- nos traslada al París de 1897, en plena Belle Époque. Edmond Rostand es un dramaturgo prometedor, pero todo lo que ha escrito ha sido un fracaso, y ahora sufre una parálisis creativa total. Gracias a su admiradora, la gran actriz Sarah Bernhardt, conoce al mejor actor del momento, Constant Coquelin, que insiste en interpretar su próxima obra. Y, además, quiere estrenarla dentro de tres semanas. El gran problema para Edmond es que todavía no la tiene escrita... solo tiene el título: “Cyrano de Bergerac”.
Crítica
Juego de matrioskas
Cuando vi por vez primera la película Cyrano de Bergerac (1990) interpretada por Gérard Depardieu tuve la sensación de que -además de las emociones propias de esta obra de teatro: el amor profundo, poético, oculto, desinteresado- el film transmitía paz y armonía. Justo Díaz, amigo mío y experto cinéfilo, me explicó que esa reacción del espectador respondía, en parte, a una rima entre palabra, imagen y trama: cuando en la película se habla en verso, cosa frecuente, el escenario se implica con especiales movimientos -árboles, cortinajes, vestuario-, y se logra tal serenidad que el verso, al que no estamos acostumbrados, no cansa sino que, por el contrario, equilibra el decir y el sentir de los intérpretes y su eco en el espectador.
Con la película de Alexis Michalik, tal como acertadamente comenta Andrea Zamora en Sensacine, el espectador no recibe esa armonía, sino que se encuentra en una constante, atolondrada y encantadora sorpresa. Como ocurre con las muñecas matrioskas, hay un modo de rodar cerrado y abierto, cinéfilo y teatral. Es una película que habla de una obra de teatro. Es una a obra de teatro adaptada al cine. Y, además, hace algún que otro guiño a la importancia del comienzo del cine cuando lo que funciona es el teatro, dejando entrever que hay un nuevo espectáculo que revolucionará al mundo.
Antes de imaginar Cartas a Roxane en el teatro, rondaba en la cabeza de Michalik realizar la película. Lo imaginó y trabajó en ello durante diez años, y la razón de que primero fuese una obra de teatro es que no encontraba el dinero para financiarla. Tras solucionar este no accidental reto, logró realizar el film.
Sigo con las muñecas matrioskas. Se nos va describiendo la vida de Edmond Rostand -agitada, atolondrada, responsable, familiar, poética (creo no sobra ningún adjetivo, más bien todos son entitativos)- y a su vez volvemos a escuchar y participar de la vida y del amor profundos, serenos, callados, íntimos de Cyrano.
Más muñecas matrioskas. Esta vez con el entreverado de épocas y en consecuencia de técnicas y ropajes. Edmond Rostand narra la historia de Cyrano de Bergerac, un personaje real del siglo XVII, lo hace con ritmo de vodevil de comedia del XIX, y se realiza con la riqueza de medios de una película del siglo XXI. Resulta una película interesante y súper entretenida, sobre todo la segunda parte, cuando ya te sumerges en este guión que compagina lo eterno de la amistad y del amor con bromas modernas.
Todo se presta a soñar y a participar de un espectáculo. Me atrevería a afirmar que estamos ante una original puesta en escena que hace redescubrir con encanto los diversos niveles del mundo de la farándula y de la realidad sin importar que ésta no sea estrictamente exacta.
Matrioska tras matrioska seguimos a lo largo de la película descubriendo e identificándonos con el auténtico Cyrano. Michalik logra una manera de rodar, que es muy dinámica en lo accidental y profunda en lo esencial. Un guión muy perfecto. Y no es tan difícil, según el director, dado que todos, cuando nos enamoramos, nos identificamos con los sentimientos de Cyrano, porque la “posición” de estar enamorado conlleva pensar que no va a funcionar la relación con la amada/amado.
Se piensa en esas circunstancias en algún defecto personal que se tiene (la nariz de Cyrano…) que va a hacer que no funcione. Entonces, casi todo el mundo se puede identificar con él. Con este personaje gigante como Don Quijote y Hamlet. Y que hace triunfar la obra.
A su vez, se nos hacen entrañables e interesantes otros personajes dentro de las subtramas, como su sencilla y preocupada esposa, celosa de los versos de amor, y pendiente de su casa, de su honor y de sus hijos. También está la figura del dueño de una cafetería foco cultural de París, con una espléndida biblioteca y con dotes persuasivos y filosóficos para lograr animar al público a que asista al estreno de la obra siendo en realidad sorpresa lo que puede ocurrir. Quizás acuden por simpatía que se entrecruza entre todos, de una manera liviana y feliz
Las últimas matrioskas surgen cuando el espectador escuchando el excelente uso del bolero de Ravel va desenroscando poco a poco situaciones livianas que dan forma a la obra inmortal. Al final, me convenzo una vez más que la palabra verdadera si es bella, si es de amor, comunica y que el poder de la fábula como fórmula dramática despierta y enriquece las emociones nobles primigenias.
Ficha técnica

- Título Original: Edmond
- Dirección: Alexis Michalik
- Guión: Alexis Michalik
- País: Francia
- Año: 2018
- Duración: 112 min min.
- Género: Biopic | Drama, comedia
- Interpretación: Thomas Solivéres, Dominique Pinon, Olivier Gourmet, Guillaume Bouchède, Alexis Michalik
- Productora: Légende Films, Rosemonde Films, Umedia
- Música: Romain Trouillet
- Fotografía: Giovanni Fiore Coltellacci
- Estreno en España: Estreno online