Minions: El origen de Gru I Busca a tu tribu

José Vicente Luján

Abogado de vocación, mi afición por el cine nace de madrugada gracias a "El halcón maltés". No sé si es el material del que están hechos los sueños, pero me ha regalado historias alucinantes y asombrosas, rodeado de quienes más aprecio. Una película puede hacer mucho bien y ser un buen instrumento educativo: eso tratamos de hacer en Cinemanet.

• Crítica realizada en colaboración con La Vaguada Cines

Secuela de Los Minions y precuela de Gru, mi villano favorito, los guionistas Matthew Fogel y Brian Lynch nos cuentan ahora los orígenes de Gru, un niño de 12 años que se presenta a las audiciones de Los salvajes 6, un grupo de conocidos delincuentes que acaba de perder a uno de sus miembros después de que le hayan traicionado. 

La historia es salvaje, dinámica, al igual que todas las anteriores, y los gags se suceden sin dejar apenas un respiro al espectador. En este sentido la historia funciona mucho mejor que Los minions, pero sigue quedándose lejos de la brillantez mostrada en Gru 2: mi villano favorito. Culpa de esto es la evolución que experimenta en todas esas películas Gru gracias a su interacción con sus hijas adoptadas Margot, Agnes y Edith. 

Los mayores aciertos del film son su apuesta por rescatar la nostalgia de los 70 y un puñado de buenas canciones, además de construir dos ejes narrativos que brillan especialmente cuando se centran en los minions, no en vano esta película y la anterior han sido construidas a su servicio. 

Los guiños a Gru, mi villano favorito, son constantes. La aparición al Doctor Nefario, esa breve referencia a la luna que más adelante querrá robar y por supuesto la agencia de búsqueda de delincuentes que ya vimos en entregas anteriores. 

El punto débil es, como ya hemos dicho, la escasa evolución de los personajes. La historia está construida para buscar la sonrisa cómplice del espectador, y sus temas son la lealtad y la lucha en equipo. Todos los personajes buscan sentirse integrados y aceptados, Gru como villano, Los Minions que vean reconocida su valía y Otto (un nuevo minion) que se vea que vale tanto como Kevin, Stuart o Bob. 

También hay una cierta burla a la religión católica (uno de los villanos es una monja) que es innecesaria y no aporta nada al desarrollo de la historia,  parece metida con calzador en lugar de como catalizador para el avance de los personajes. Una pequeña mácula en una historia muy entretenida pero que podía dar para mucho más.