Nefarious (Chuz Chuck Konzelman y Cary Solomon, Estados Unidos, 2023) es un thriller inquietante y sorprendente. Relata la conversación entre un asesino condenado a pena de muerte y el psiquiatra que ha de evaluar su salud mental. El reo sorprende al psiquiatra afirmando que, en lugar de tratar de evitar su destino, en realidad es un demonio y quiere que la ejecución siga adelante. El suspense está servido. Sin embargo, no es una cinta de terror.
En su primer fin de semana en cartelera, del 2 al 4 de febrero, se posicionó como el segundo mejor estreno de media por cine, superando los 10.000 espectadores con solo 70 copias y alcanzando el puesto 16 en el top 20. Hoy, viernes, 9 de febrero, la película llega a nuevos cines y ciudades, que se podrán consultar en la web oficial de la cinta nefarious.es.
Cinemanet entrevista al sacerdote Javier Luzón, exorcista entre 1995 y 2015 en las diócesis de Córdoba y de Madrid. En este tiempo, asegura, realizó más de 15.000 intervenciones exorcísticas, lo que le llevó a escribir y publicar el libro Las seis puertas del enemigo (Altolacruz, 2017). Es Vicario parroquial en San Gabriel Arcángel y Capellán Coordinador del Hospital Carlos III, en Madrid.
¿Qué le pareció la película Nefarious?
Una gran película, que muestra de forma muy inteligente y amena las ideas que pululan hoy en nuestra cultura, negando la existencia de los diablos. También desenmascara el origen diabólico de lo que muchos consideran logros de la modernidad.
En el pase que se hizo para los críticos de cine en la mañana del 25 de enero pasado, hubo quienes afirmaron que las interpretaciones del que hace de poseído y del que actúa como psiquiatra ateo, se merecen el Oscar. Para mí, lo mejor es el guion, que te atrapa y mantiene 97 minutos interesado, entretenido y sin pasar miedo.
Es lo mejor que he visto en cine sobre esta materia. Y la recomiendo desde los 13 años.
En Nefarious vemos como un demonio posee el cuerpo de un preso. ¿El demonio puede entrar en cualquier cuerpo?
Los diablos atacan de forma ordinaria a todos, mediante la tentación, que se dirige a nuestro espíritu para que nos apartemos de nuestra felicidad ofendiendo a Dios.
Sólo pueden atacar de forma extraordinaria (mediante infestaciones de lugares, objetos y plantas o animales; y a través de vejaciones, opresiones, obsesiones mentales o afectivas y posesiones) cuando la persona presenta puertas abiertas por culpa propia (el pecado, el ocultismo y el rencor) o por culpa de otros (maldiciones recibidas, heridas afectivas desde la gestación y herencias de los antepasados).
El protagonista de Nefarious, que dice estar poseído por un demonio, habla en varias ocasiones del «ejército de demonios». ¿Quiénes son estos demonios, según la teología o tradición de la Iglesia? ¿qué buscan?
Dice la sagrada Escritura (ver Apocalipsis 12, 4) que la tercera parte de los ángeles creados rechazaron a Dios y se convirtieron en demonios. Como no pueden hacer daño a Dios, buscan fastidiarlo atacando a las criaturas que más ama en este mundo, a nosotros.
La película muestra cómo el demonio posee a las personas y cómo las personas colaboran a que esto pase. ¿Cómo podemos prevenir que el demonio entre en nosotros o interfiera en nuestras vidas?
No abriéndole las puertas, rechazando el pecado, confesándonos enseguida cuando caemos en él, perdonando a quienes nos ofenden y a nosotros mismos, y alejándonos de las prácticas idolátricas: yoga, mindfulness, Reiki, tarot, amuletos, prácticas y terapias de Nueva Era, etc.
El psiquiatra que conversa con el asesino menciona que “ahora somos más libres que nunca”. ¿Qué es la libertad humana y qué relación tiene con el demonio?
El diablo en la película plantea la libertad como un creernos dioses, rebelándonos contra las leyes que el Creador ha puesto en la naturaleza. Eso no nos hace libres sino esclavos.
En realidad, la libertad es la capacidad, que se deriva de haber recibido una naturaleza que por ser espiritual es inmortal; y que como consecuencia de no estar dominada por el instinto de conservación, que puede actuar o no actuar y actuar de forma creativa, no mecánica.
Es decir, la libertad es la capacidad de interiorizar los dones recibidos, hacerlos y sentirlos como propios.
Por el contrario, rechazar el plan de Dios es como un suicidio de la criatura personal, que actúa en contra de aquello para lo que ha sido creada.
Ahora todo el mundo hace Yoga, Mindfullnes, Reiki. ¿Diría que estas actividades son peligrosas?
Según mi experiencia en las más de quince mil intervenciones exorcísticas realizadas, estas prácticas son muy peligrosas: llevan a perder la fe y a abrir las puertas a los diablos.
¿Por qué?
Por su matriz budista e hinduista, que son la antítesis de la fe católica. Los orientales buscan la felicidad en la anulación de todo deseo: los budistas llaman a ese estado el nirvana; los hinduistas, el mukthi. Pero uno y otro acaban siendo exactamente lo mismo porque Budismo/Hinduismo Yóguico son dos caras de la misma moneda.
En cambio, la Revelación judeo-cristiana nos enseña que Dios no quiere anularnos, sino que arranquemos el mal que hay en nosotros para que despleguemos todo el potencial que Él ha puesto en nuestras almas. El budismo-hinduismo nos anula, el cristianismo nos despliega.
Hay mucha gente que sigue el horóscopo, consulta el tarot o acude a adivinadores. ¿Qué riesgos implica todo esto?
Todo eso es superstición, formas de idolatría, que en la Biblia se califican como el pecado más grave y el que más nos hace vulnerables a los ataques extraordinarios de los demonios.