San Sebastián no duerme, y nosotros tampoco: continuamos cubriendo la cita más importante del cine en España con una tercera jornada marcada por colosos y gigantes, por historias de superación y descensos a los infiernos.
[Guille Altarriba. Colaborador de CinemaNet]
Los días pasan, el cansancio se acumula y la carga de proyecciones no decae: seguimos al pie del cañón anticipando aquello que dará que hablar durante los próximos meses en las salas de cine. Como siempre, con la óptica CinemaNet.
¿QUÉ NOS HA GUSTADO?
Lo nuevo de Nacho Vigilando, «Colosal». Este cruce improbable de drama personal y guerra entre kaijus y mechas -o lo que es lo mismo, entre monstruos descomunales y robots gigantes- resulta a la vez una cinta my original y una reflexión muy interesante acerca del abuso de poder y de cómo la envidia puede corroer un alma desde dentro. Además, vehicula la cinta una Anne Hathaway con la que uno puede empatizar desde el minuto uno.
¿QUÉ NOS HA REPELIDO?
Los turbios procesos que tienen lugar en la mente de Katherine, la protagonista de «Lady Macbeth» interpretada con mucha solvencia por la novel Florence Pugh. Y dicha repulsión no es fruto de que la película sea mala, al contrario: la historia dirigida por William Oldroyd perturba por su contenido, por el descenso a los infiernos de una esposa forzosa en la Escocia victoriana.
CASI NOS VAMOS DE LA SALA EN…
“The Giant», pero -de nuevo- no por que la calidad de la película no esté a la altura sino por lo contrario, por la hora del pase: el momento somnoliento justo después de comer no es la mejor hora para disfrutar de una fábula entre conmovedora y surrealista acerca de un campeón de petanca que sufre tremendas deformaciones. La cinta de Johannes Nyholm merece ser disfrutada en plenitud de facultades.
LAS FRASES DEL DÍA:
Las declaraciones que más nos han impactado hoy han sido las de la directora rumana Alexandra Balteanu. Hablando con ella sobre «Vanatoare», un drama realista sobre prostitución para el que ella se documentó conviviendo durante dos meses con ellas. ¿Su descubrimiento? Que no vale de nada acercarse a su situación desde la compasión alejada, sino sólo entrando en su mundo, que es el nuestro, con la misma naturalidad con que hablarías con cualquiera.
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