[María Martínez. CinemaNet]
El congreso “Católicos y vida pública” proyecta la candidata francesa a los Óscar, que se estrenará en España el 7 de enero tras cosechar un gran éxito en Francia e Italia
“Firmes en la fe y en la misión” era el lema de la XII edición del Congreso ‘Católicos y vida pública’, que cada año organiza la Asociación Católica de Propagandistas. Un lema que se puede aplicar perfectamente a los protagonistas de ‘De dioses y hombres’, la candidata francesa a los Oscar, que se proyectó durante el Congreso, como adelanto a su estreno en España el próximo 7 de enero.
‘De dioses y hombres’, de Xavier Beauvois, narra una historia real: los últimos años de siete monjes ciestercienses que vivían y trabajaban en el monasterio Nuestra Señora del Atlas, en Argelia. Fueron secuestrados por el Grupo Islámico Armado el 26 de marzo de 1996, durante la guerra civil que asoló el país, y murieron posteriormente en circunstancias que aún no han sido esclarecidas.
Sin embargo, en la presentación de la película, el crítico de cine Juan Orellana aclaró que la cinta “no cuenta su martirio, sino el proceso por el que los monjes llegan al martirio”; cómo unos hombres “débiles, temerosos, llenos de dudas, van redescubriendo su vocación, y lo que Dios pide a cada uno”. Al final, a pesar de los asesinatos de personas no musulmanas y de la insistencia de las autoridades en que dejaran el país, decidieron quedarse.
También remarcó el equilibrio que la película guarda al tratar al Islam, al reflejar no sólo el peligro del fundamentalismo, sino también la buena relación de los monjes con la población musulmana del pueblo. En este sentido, afirmó que este enfoque muestra cómo “la multiculturalidad sólo es posible cuando se comparte una experiencia humana y religiosa” mínima, como es la fe en un Dios misericordioso.
‘De dioses y hombres’ llega a España tras cosechar un gran éxito tanto de taquilla, en Francia e Italia, como de crítica. Ha sido galardonada, entre otros, con el Grand Prix de honor, el segundo premio más alto del Festival de Cannes. Orellana no dudó en sumarse a los elogios, afirmando que el film es “una auténtica obra maestra desde el punto de vista formal”, y prediciendo que “se inscribirá como uno de los grandes títulos del cine religioso, a la altura de ‘La Pasión’ de Mel Gibson”.