[Jaume Figa i Vaello. Colaborador de CinemaNet]
Reproducimos este magnífico artículo de nuestro amigo y colaborador Jaume Figa, en donde presenta escenas de películas donde hablar de la libertad interior.
Hace poco, un amigo mío me preguntaba si sabía decirle algunas películas en las que se hablara de la libertad, con la descripción de alguna escena…; no tanto la libertad física -en grandes filmes carcelarios como Cadena Perpetua (1994)-, sino más bien libertad interior. Libertad subjetiva, por decirlo de algún modo. Sobre la marcha, le escribí un mail con algunos títulos y explicaciones al respecto. Pensé que podía ser una buena entrada para el blog. Por eso, sin pretender ser exhaustivos, aquí os lo dejo.
Terminator 2 (1991): es una de las películas que no dejan de sorprenderme. Quizá la película más profunda de James Cameron. Entorno a la capacidad que tiene el hombre de elegir su futuro y no dejarse llevar por un falso destino ciego.
La vida es bella (1997): espectacular película de Roberto Benigni, que saltó a la fama internacional y los americanos intentaron imitar con la floja Ilusiones de un mentiroso (1999). Con ella, Benigni se llevó tres Oscar, entre ellos el de mejor película de habla no inglesa. Esta película está lleno de momentos en los que se manifiesta este poder ser libre, a pesar de los condicionamientos externos. Como cuando el padre hace vivir a su hijo una vida mejor (como un concurso), para que pueda seguir viviendo como si no pasara nada (libremente). Muy bueno, en este sentido, la secuencia en la que consigue poner música clásica a través de la megafonía del campo de conentración y, por primera vez, todo se sienten más libres: el alma de cada persona es libre porque puede apreciar la belleza, incluso dentro de un lugar nada bello.
Minority report (2002): ¿Es posible predecir los delitos que vaya a cometer la gente y, por lo tanto, arrestarlos antes de que lo hagan? Es lo que plantea esta película de Spielberg (no una de sus mejores). Hay un momento en que uno de los personajes dice que ha estudiado teología y habla precisamente de esta moralidad o no de arrestar a alguien que no ha hecho nada. De modo parecido a lo que plantea Terminator 2, ¿tiene, el hombre, un destino fijo del que no se puede liberar?
Once (2006): gran película irlandesa y aún mejor música; sobre la historia de amistad y amor de una pareja que se conocen a través de la música. El amor puede venir muchas veces, pero hay que decidir que se debe o no hacer. Una vez -”once”, en inglés- es la que se elige, y hay que ser coherente con lo que se decidió. Interesante la escena en que el le pide quedarse con ella y pasar la noche juntos, pero ella se enfada y casi le echa a patadas: es como si la hubiese insultado. La libertad es mucho más que dejarse llevar por lo que más me viene en gana. La libertad implica compromiso.
Slumdog millionaire (2008): quizá un poco más cogido con pinzas, pero también está presente el tema de la libertad, el compromiso y el amor…: de lo que somos capaces de hacer y de privarnos con tal de ganar el amor de nuestra vida. En este caso, capaz de correr y arriesgar la vida y de presentarse a un concurso del que se está seguro que no ganará, con tal de que simplemente lo mire su chica.
De dioses y hombres (2010): bellísima película y grata sorpresa en las taquillas que narra la historia real del martirio de unos monjes católicos que no estaban dispuestos a abandonar el barrio islámico -al que fueron por vocación de ayudar a los más necesitados- peligrando sus vidas. Espero hablar pronto de ella. Hay un momento, en que uno de los monjes dice: “ya no tengo miedo a la muerto, por eso soy libre”. Es la esencia de la libertad real (la interior).
Los increíbles (2004): también los de Pixar nos dan películas con gran calado humano. En este caso, algo que también se ve en Toy Story: la necesidad de “poseerse” (descubrir cómo realmente se es y aceptarlo y actuar según ello). Es algo que ocurre a toda la familia Increíble, pero en el arco de transformación de Violeta, la hija que se hace invisible, está especialmente presente, quizá por ser más propio de su edad adolescente: cerrada y reservada, al principo no se muestra tal como es; después, abierta y sociable (incluso se manifiesta en el modo de llevar el pelo), cuando ya decide mostrarse tal como es: realmente una chica increíble gracias a us súper-poderes. Por eso, al final no tiene vergüenza de empezar una conversación con el chico que realmente le gusta…
Cometas en el cielo (2007): aquí comento una escena. Amistad y libertad: la amistad nos ata (nos quita la libertad), pero a la vez nos hace más libres.
Amazing grace (2006): la historia del parlamentario inglés que consiguió abolir el comercio de esclavos. Toda la película habla de este tema, pero quizá es una buena escena aquella en la que el protagonista está en uno de los barcos de comercio de esclavos y “huele” lo que ahí se ve. Es más una libertad externa, en este caso, la letra de la canción es sugerente: “fui ciego, pero ahora puedo ver”.
Invictus (2009): “¿Cómo ha podido, una persona, estar 30 años preso injustamente y, al salir, perdonar a sus opresores?”. Es lo que ocurrió. Cuando todo el equipo de futbol americano va a ver la prisión donde estuvo encerrado Mandela, suena la voz en off del protagonista leyendo el poema “Invictus”: “soy el maestro de mi destino; soy el capitán de mi alma”… Otra vez: libertad interior, sin libertad exterior.
Finalmente, también es muy interesenate la segunda película de Gustavo Ron Vivir para siempre (2010). ¿Se puede ser libre aceptando el dolor? La vida es mucho más que el momento presente. Vivir para siempre es posible, si se quiere dejar huella en los demás.
Por ahora, esto es lo que se me ocurre. Por supuesto, me encantará recibir vuestras ideas, para hablar al respecto de otras películas.