ESTRENO RECOMENDADO POR CINEMANET Título Original: «Les Lyionnais». |
SINOPSIS
Esta película nos narra los hechos más relevante en la vida de Edmond Vidal (alias Momon), francés de origen gitano que tras su paso por la cárcel entrará en el crimen organizado y acabará formando «La Banda de los Lioneses». En la década de los setenta se hizo célebre en Francia por llevar a cabo atracos a mano armada, de los que obtuvo grandes botines de dinero en metálico.
Cercano a los sesenta años su vida transcurre en paz junto a su esposa, sólo desea que hijos y nietos vivan de una manera honrada. Todo se complica cuando detienen a su amigo desde la infancia y tiene que tomar cartas en el asunto. Poniendo en peligro su propia felicidad y la seguridad de los suyos.
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CRÍTICAS
[Mª del Pilar Madrigal y Alós – Colaboradora de CinemaNet]
Se trata de una de las mejores películas que tratan el tema de la delincuencia y las actividades mafiosas en general. Aunque su guión es bastante previsible en su desarrollo, la originalidad radica en sus reflexiones morales. Desde el mismo inicio el protagonista medita, ya mayor, aquel consejo que en su infancia le dio su padre: «Hijo, en la vida no olvides ser un buen hombre, hablar poco y no desviarte por el mal camino».
Basada en el libro autobiográfico titulado «Por un puñado de cerezas» (en referencia al motivo que lo llevó a la cárcel por primera vez), nos introduce en el mundo de códigos y lealtades del crimen, y nos muestra los peligros inherentes al mismo. Un gesto de amistad al conocerse en el colegio le llevará a querer y confiar por completo en su amigo Lilou Suttel. Momon es fiel a una lealtad inquebrantable y no dudará nunca de Lilou. Ése y otros valores, como su amor a la familia, el respeto a su mujer… se mezclan con una acción trepidante y los planes para realizar robos hasta 1974, cuando es arrestado de forma espectacular después de haber conseguido fama por mantener en jaque a la policía francesa durante demasiado tiempo.
El director, Olivier Merchal, antes de dedicarse al cine fue miembro de la policía, y ésta es la primera película en la que expresa el punto de vista de los criminales a los que perseguía. Utiliza elmaterial literario con la historia del verdadero Edmond Vidal, y la presenta por medio de flashbacks, saltando del presente al pasado y viceversa (a veces un poco ridículos, como las escenas de celebración de su época juvenil en la discoteca). Recuerda mucho el esquema de otros films similares, con poca originalidad, pero el personaje principal mantiene el interés por la lucha interior entre el bien y el mal. Gérard Lanvin interpreta con madurez su papel y su atractivo capta toda la atención del espectador. Junto con su esposa Lilou y su amigo Suttel dará cuerpo a la trama y apoyo a los demás secundarios que orbitan a su alrededor. Hay violencia explícita, sin ser demasiado desagradable, con homenajes en algunos momentos a películas míticas como «El Padrino«. Abundan más los diálogos y hasta los momentos de reflexión personal, más inteligentes y profundos de lo que pueda parecer en un principio. Dando valor moral a decisiones bastante extremas, incluso de vida o muerte.
La fotografía diferencia bien las épocas históricas, nítida en los colores y ambientación actuales, y más borrosa (como si se tratara de fotogramas antiguos) en las partes que recrean décadas pasadas. Con una música estupenda que remite a cuarenta años atrás. Una curiosidad para los amantes de la arquitectura: todas las casas que aparecen, urbanas o rurales, son magníficas. Toda una sorpresa teniendo en cuenta que también se desarrollan escenas en poblados de chabolas embarrados, por ejemplo. Cuando la vean no sólo encontraran miseria y delincuencia más o menos organizada, también hallaran sentimiento de familia, lealtad inquebrantable, orgullo de origen, mucha amistad, un gran amor... y una búsqueda de la paz tras mucho sufrimiento. Edmond Vidal es un hombre sencillo y lleno de bondad, a su manera.
[Juan Orellana – Pantalla 90]
El director de este vigoroso thriller es el curtido Olivier Marchal (MR 73, Asuntos pendientes), actor y cineasta francés que comenzó su carrera profesional como inspector de policía, y que luego se ha convertido en un experto en películas y series policíacas. En este caso adapta «Por un puñado de cerezas», las memorias de Edmond Vidal, delincuente de raza gitana que tuvo en jaque a la policía francesa en los años 70 del siglo pasado, al encabezar el clan de Los Lioneses.
La película cuenta una historia muy clásica: delincuente en el pasado, que se ha convertido en el presente en un hombre afable, buen marido y buen padre. Pero ocurre algo que le obliga a decidir si seguir siendo un ciudadano honrado o desenterrar su lado villano. Lo bueno de esta cinta es que, siendo poco original, bastante violenta y puro género, da prioridad a los conflictos morales y dramáticos de los personajes, gracias a unos actores descomunales, como Gerard Lanvin. La cinta recuerda mucho a El Padrino, no sólo por ciertas situaciones, sino por su exaltación de los códigos de la lealtad y del honor.
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