Sinopsis
Año 2029. Los días en que los X-Men protegían al mundo han quedado atrás: con la raza mutante extinta, Logan –un Hugh Jackman anteriormente conocido como Lobezno- pasa sus días malviviendo como chófer en la frontera sur de los EEUU y cuidando de un maltrecho profesor Charles Xavier (Patrick Stewart). Su triste monotonía se romperá cuando entren en escena un grupo de mercenarios ciborgs y una niña mutante con poderes sorprendentemente parecidos a los del protagonista.
Crítica
Metal oxidado y manchado de sangre
Logan es una salvajada, una orgía de sangre y garras afiladas. Aprovechando la calificación R de la película –el equivalente estadounidense al +18 que tenemos aquí-, el cierre de la trilogía del mutante más icónico de los X-Men sigue el surco excavado por Deadpool. El incontestable éxito comercial de la película protagonizada por Ryan Reynolds abrió los ojos a los productores de Logan: la veda de películas de superhéroes ultra-violentas estaba abierta.
El director James Mangold se lanza alegremente por esa senda y ofrece la versión más animal de Lobezno de cuantas se han visto en el cine. Adiós a la inocencia de otras versiones: aquí las cuchillas de Hugh Jackman encuentran carne y fibras cada vez que surcan el aire. Con ellas –y con las de la co-protagonista, un cachorro aún más ávido de sangre interpretado por la joven Dafne Keen-, Lobezno penetra y corta cabezas desde todos los ángulos posibles, cercena miembros y mutila a cualquier pobre desgraciado que se interpone en su camino.
Espero que me perdonarán el grafismo con que lo describo, pero me parece relevante destacar la cruda violencia del film por encima del resto porque –como un eclipse- oscurece y tiñe de rojo oscuro todo lo demás. No es, por tanto, una película que desde CinemaNet podamos recomendar, por más que contenga en su conjunto una serie de puntos interesantes y hasta refrescantes en el mar de homogeneidad en que se ha convertido el género superheroico.
Mangold rechaza mirarse en ese espejo: no le interesan los salvadores en mallas ni el heroísmo impoluto. El título de la cinta es toda una declaración de intenciones: no vamos a ver al superhéroe, sino al hombre tras el apodo. Logan toma libremente elementos de una de las historias más alabadas del personaje en las viñetas, Old man Logan, una revisión post-apocalíptica y desencantada del célebre mutante. Se respira en el aire derrotista que impregna toda la cinta, en la degradación física y moral de quien antaño fue un tótem.
Pero, si el referente de esta cinta no son obras como X-Men Apocalipsis o Los vengadores, ¿cuál es? El western crepuscular. Logan no es otra cosa que la enésima vez que nos cuentan la historia del pistolero retirado que tiene que volver a empuñar el revólver una vez más, héroe a su pesar. Lo hace evidente Mangold con las citas múltiples a Raíces profundas de George Stevens, a la cadencia pesada pero épica de Johnny Cash. El heroísmo –parece decir el director- imprime carácter, como el sacerdocio o la Medicina: uno no deja así como así de ser Lobezno, ni de ser padre.
Tal vez el tema de la paternidad sea la auténtica base de “Logan”, que parece ahondar en la idea de que uno no es padre por una mera cuestión biológica, sino como fruto de una decisión libre. Por eso –y ojo, que aquí viene un SPOILER o destripamiento de la trama- no es hasta que Logan toma conciencia de su condición de padre de X-23 y se lanza en una última carrera suicida que adquiere la categoría de auténtico padre.
Hay más aspectos que merecerían un comentario en Logan –la advertencia acerca del control biológico mediante transgénicos, el papel de la enfermedad mental en la degeneración del antaño glorioso Profesor X-, pero todas las reflexiones acerca de valores positivos quedan empañadas por un muro de vísceras y acuchillamientos. Resulta difícil comprar la reflexión del director acerca del amor paterno si este se expresa a través de asesinatos en masa.
En suma, Logan resulta una película de superhéroes diferente y con elementos interesantes que, no obstante, queda lastrada por su apuesta decidida –casi ciega- por mostrarse como una “experiencia adulta”. El problema es identificar madurez con vísceras: puede que este Logan sea el más desencantado, torturado y profundo de los que hemos visto en pantalla grande, pero también es el que más hace honor a su apodo. En definitiva, ¿quién sino un animal salvaje e inmaduro, un lobezno, dejaría tal rastro de cadáveres a su paso sin apenas inmutarse?
Ficha técnica
- Título Original: Logan
- Dirección: James Mangold
- Guión: Scott Frank, James Mangold, Michael Green (Historia: James Mangold)
- País: EEUU
- Año: 2017
- Duración: 135 min. min.
- Género: Acción, Superhéroes
- Interpretación: Hugh Jackman, Patrick Stewart, Dafne Keen, Boyd Holbrook, Stephen Merchant, Elizabeth Rodriguez, Richard E. Grant, Doris Morgado
- Productora: 20th Century Fox / Donners’ Company / Marvel Entertainment / TSG Entertainment
- Música: Marco Beltrami
- Fotografía: John Mathieson
- Estreno en España: 3 de marzo de 2017