Christopher Robin, un reencuentro inolvidable

Carlos de la Calle Aceituno

Administrativo de profesión, fotógrafo y cinéfilo de afición, padre de 5 hijos, apasionado por el cine, pienso que se puede aprender muchas cosas mientras se pasa un buen rato y a veces no tan bueno, viendo una película.

Estamos ante una nueva película de Disney en su empeño de dar “vida” a sus animaciones, aunque en esta ocasión no sigue la fórmula del «Libro de la Selva» y “La Bella y la Bestia” que era idéntica a la película de dibujos animados, sino que en esta ocasión nos regalan una nueva aventura del “osito tontorrón” y para ello cuentan como protagonista, no al oso sino, al ya no pequeño Christopher Robin, que interpreta Ewan McGregor, muy correcto en su interpretación en la que aveces nos dice mas su cara que sus palabras.

Y como en un concierto de viejos roqueros, nos podemos encontrar en las salas de cine con hijos de los que han crecido en compañía de los libros y películas de los habitantes del Bosque de los Cien acres, y es que es una buena excusa para pasar un buen rato en compañía de la familia y recordar nuestra infancia.

Como ya he mencionado antes, Christopher Robin se nos ha hecho mayor, y ha dejado atrás su infancia y a sus “amigos”. Sin darse cuenta, abandona todo aquello por lo que ha luchado, lo que merece realmente la pena, y se queda completamente solo, hasta que su buen amigo Pooh sale a buscarle a su mundo para ayudarle a encontrar el niño que lleva dentro.

La película me recuerda a la saga de Paddington, por la línea familiar y por lo de que a nadie le extrañe ver un oso hablando.

Creo que es una película entretenida, en la que podemos aprender lo importante que son los amigos y la familia y lo fácil que es dejar de lado lo que de verdad importa por cosas como el trabajo.

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