Estrenada en 2019, Uno más de la familia es una comedia familiar estadounidense basada en hechos reales. Está dirigida por Charles Martin Smith, quien tomó las riendas en cintas como Deep Impact (1998), Ally McBeal (2001) o en las dos entregas de Dophin Tale, entre otras. La distribuidora de este film es Columbia Pictures.
La película relata la historia de una perra llamada Bella. Nace y se cría en una casa abandonada de Denver (Colorado). De repente, un oficial de la perrera captura a la mayoría de gatos y a la madre de Bella, pero ella se libra: “Mamá gata” protege a Bella con todas sus fuerzas. Por lo tanto, se libran de sus malvados planes.
Excelente sincronía
Un joven llamado Lucas Ray (Jonah Hauer-King) y su novia Olivia (Alexandra Shipp) encuentran a Bella bajo los escombros, juntamente con “Mamá gata”. Por esta razón, adoptan a Bella, y la llevan a casa de Lucas, estudiante de Medicina, que vive con su madre, Terri Ray (Ashley Judd). Terri es veterana del Medio Oriente, y trabajadora del hospital de veteranos local.
Con el paso de los años, Lucas, Olivia y Terri cuidan perfectamente de Bella. De repente, la policía de Denver -encabezada por Günter (Brian Markinson)- denuncia a control de animales que Bella es un pitbull. Esta raza es ilegal en Denver. La perrera casi la secuestra y la asesina. Esto es -pienso- un acto de racismo animal.
A pesar de sus intentos, no logran su objetivo. Olivia y Lucas llevan a Bella a casa de los tíos de ella, en Nueva México. La tratan con cariño, pero ella quiere permanecer con su dueño, Lucas. Triste y desmoralizada se escapa y se pierde por el bosque. Bella hace muchas amistades en su camino, a la vez que se muere de hambre y lucha por la supervivencia.
Bella saca su orgullo
Cuando Bella está por el bosque, los dueños de los otros perros o gatos, que se encuentra por el camino se comportan muy bien con ella. Le dan de comer y quieren que se sienta como en casa. No obstante, Bella prefiere seguir su camino hacia Lucas. Esta es una brutal fuerza de voluntad de Bella que no se da por vencida y es fiel a su estilo. Por desgracia, Bella comete un error al cruzar la carretera y se fractura una pata.
Desde mi punto de vista, esta cinta es surrealista. Es imposible que una perra recorra 600km en busca de comida y salga viva durante dos años y medio. El racismo animal es evidente en este film, ya que la autoridad trata de asesinar a un animal, aunque lo diga la ley.
Lo más llamativo de la cinta es la excelente relación de la familia y la pareja de Lucas, Olivia. Se apoyan mutuamente y se ayudan con la finalidad de conseguir sus objetivos. Y sus compañeros de trabajo se comportan de forma extraordinaria al cuidar tan bien de Bella. También, cabe destacar, que los gatos que se topa por el camino le agradecen su actitud, le dan de comer y la ayudan en todo. Esto es un acierto por parte de los gatos y perros.
Jonah Hauer-King interpreta a la perfección su papel de actor principal y el resto de protagonistas le sigue los pasos. No obstante, la autoridad deja mucho que desear. Quieren hacer sufrir a una inocente perra. No solo a Bella sino a Lucas, a Olivia y a Terri. Una discreta actitud.
Conclusión
El guionista, William Bruce Cameron, quiere transmitir que los animales tienen que estar a salvo con una familia o en paz por las calles. La idea central del film es el racismo animal por parte de la policía de Denver hacia una raza en concreto. En mi opinión, no está del todo acertada la autoridad. Incluso los miembros del hospital de veteranos local realizan un llamamiento para que Bella sea devuelta a Lucas. Esta es un excelente comportamiento por parte de sus colegas de trabajo y amigos.
La imagen de la película y la banda sonora son buenas, pero no se pueden comparar con otras películas como Papá Canguro, entre otras, que cuentan con una música más agradable e impactante. En definitiva, lo más positivo del film es la magnífica relación de Bella con Lucas y su entorno. Lo peor es el racismo animal que se vive en la película.