Sinopsis
Noemí, una adolescente que vive en un centro de menores, huye el día que su madre decide no hacerse cargo de ella. A través de su amiga Léa conoce a Zach y se enamora de él. Zach intenta convencer a Noemí de que haga como su amiga y se convierta en escort. De esa forma, podrá conseguir dinero para salir de la calle y poder ser libre.
Crítica
Noemí dice que sí | La madre de Noemí dice que no
Desde el principio de la película, Geneviève Albert nos muestra a Noemí, una adolescente rebelde y violenta, con una realidad de vida sobrecogedora: cuando, después de tres años internada provisionalmente en un centro de menores, el juez decide que puede regresar con su madre, de momento durante nueve meses de prueba, Edith, la madre, dice que no, que no está dispuesta a hacerse cargo de su hija.
Cuando, más tarde, oigamos implorar a Noemí entre sollozos, «¡Quiero a mi mamá!», la respuesta fría y contundente de la madre será: «No quiero que regreses». Noemí se siente absolutamente sola en el mundo porque no tiene familia. Ha sido rechazada y abandonada por su madre que, para liberarse de ella, la ha dejado, como si fuera un trasto incómodo, en un centro de menores. No es, pues, raro, que Noemí identifique al centro con el rechazo de su madre, aunque allí la traten bien.
Cegada por la ira y el dolor, Noemí decide huir del centro, sin pensar en todos los peligros que su decisión le puede suponer. La carencia de afecto familiar y, sobre todo, el desprecio de su madre, que no le permita ni entrar en su casa, donde ya ha preparado una cuna en la que fuera la habitación de Noemí, va a generar un verdadero determinismo de consecuencias tan previsibles como terribles.
Sola en la noche y sin dinero, Noemí consigue reunirse con Léa, una antigua compañera del centro. Ésta huyó hace tiempo y la policía no ha logrado dar con ella. El día que cumple 18 años, es decir, su mayoría de edad, se lamentará con Noemí porque ahora ya ni tan siquiera la va a buscar nadie.
Léa se lleva a Noemí al lugar donde vive con una banda de jóvenes delincuentes de medio pelo, pero llenos de perversidad. Buscando el afecto que le falta, Noemí se confía a Zach, que resulta ser un proxeneta manipulador, que, con fingida ternura y promesas de un futuro maravilloso, intenta convencerla de que se prostituya. Al principio se resiste, pero finalmente Noemí dice que sí.
Por la puesta en escena, Geneviève Albert recuerda el cine de los hermanos Dardenne, cámara al hombro, bien pegada al cuerpo frágil de Noemí, percibiendo sus vacilaciones, sus miedos, sus furias y su desesperación. Kelly Depeault despliega un gran talento interpretativo para estar a la altura de ese personaje indómito y fuerte, al mismo tiempo, frágil e indefenso.
El espectador se ve inmerso en un universo sórdido en el que podría adivinarse una cierta luz en esa relación afectiva que podría protegerla. Pero es solo un ardid de Geneviève Albert para que comprendamos que no hay salida, que cuando falla la familia los niños se quedan totalmente desvalidos en un mundo hostil y su vulnerabilidad los convierte en presa fácil de desaprensivos. En Noemí hay una tal necesidad de cariño, una tal falta de pertenencia, que inevitablemente va a caer en las garras del manipulador más cercano.
La película presenta una repetición de escenas de prostitución casi idénticas, que un cartel de fondo va sumando, para horror del espectador. No obstante, Albert evita que se conviertan en un ejercicio de voyerismo, controlando las escenas de cama, de modo que los cuerpos desnudos aparezcan casi fuera de campo o, a lo sumo, se dejen ver parte de esos cuerpos. Aunque no le quita nada del horror de la situación, es una forma inteligente de lograr que el encuadre dé, simbólicamente, la imagen de una personalidad disociada, además de constituir una mirada implacable a la degradación humana que reduce a una persona a mero objeto de deseo, uso y disfrute.
La película de Geneviève Albert encierra una doble denuncia. Por una parte, Noemí dice que sí lleva a la pantalla la mercantilización de los cuerpos y también la cuestión del falso consentimiento. La vida de la niña es un infierno porque la sociedad lo hace posible. Pero ante todo, la película denuncia el drama de una niña que ha sido repudiada por su propia madre y se ha quedado sin el respaldo afectivo de una familia. La familia es el ámbito natural de acogida y de desarrollo integral de un niño. Sin familia, nos muestra la película, el ser humano se queda desvalido, sin refugio ni fundamento.
Ficha técnica

- Título Original: Noémie dit oui
- Dirección: Geneviève Albert
- Guión: Geneviève Albert
- País: Canadá
- Año: 2023
- Duración: 01h 53 min min.
- Género: Drama
- Interpretación: Kelly Depeault, Geneviève Alarie, Sylvio Archambault, Thara Hillary Benjamin, Myriam De Bonville, Anthony Bouchard, Carole Chatel, Emi Chicoine, Rose Choinière, Sébastien Dodge, Sylvain Dupuis, Jérémie Earp
- Productora: Leitmotiv Films. Distribuidora: Wayna Pitch, K Films Amerique
- Música: Frannie Holder
- Fotografía: Léna Mill-Reuillard
- Estreno en España: 20-09-2024