Sinopsis
Marga, una arquitecta de éxito, regresa a casa tras haber pasado dos meses internada en un centro de rehabilitación por un problema de adicción con el que su familia convivió en silencio durante años. Tras su llegada, Marga intentará rehacer su vida anterior mientras su hija menor Blanca verá cómo la atención que vuelca sobre su madre afecta tanto a sus relaciones como a su sueño de ser bailarina profesional. Un año después, "el elefante" sigue tan enorme como siempre. Aunque por lo menos, ahora, todos pueden verlo.
Crítica
Desmontando un elefante / Sola no podría
Desmontando un elefante es la ópera prima de Aitor Echeverría, que llega a nuestras pantallas con el Premio AC/E a Mejor Dirección con el que fue galardona en la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla.
La historia trata del problema de alcoholismo de Marga, una arquitecta casada con Félix, un cirujano, un hombre correcto pero inexpresivo, que no muestra sus sentimientos ante la magnitud del problema. Tienen dos hijas, María, casada, y Blanca, que está en una compañía de danza, con la ilusión de un próximo estreno. Blanca es la persona que «carga» con el drama de tener un alcohólico en la familia.
La situación había sido durante mucho tiempo un elefante en la habitación, es decir un problema enorme, que no pasaba desapercibido a nadie, pero del que no se hablaba, como si no existiera. Por fin, se intenta desmontarlo, porque solo así, trocito a trocito, se podrá resolver la cuestión.
En realidad, la acción se centra en los dos personajes centrales, Marga y Blanca, una adicta al alcohol, la otra, víctima «colateral»; y, como telón de fondo, la familia, como refugio y ámbito de amor y ayuda incondicionales. Pero ninguno de los dos personajes y lo que representan —la autodestrucción de la persona alcohólica y las vidas destruidas de la personas cercanas— tienen suficiente profundidad y solidez. El alcoholismo es el eje central de la trama y, sin embargo, prácticamente solo está insinuado, se dice que uno no se cura nunca, sólo puede dejar de beber, pero apenas si aparece en escena, con toda la crudeza de su horror y su fuerza destructiva.
A Marga la vemos en sus rutinas, que verbaliza como un autómata —«cojo un vaso, lo lleno de agua, bebo el agua…»—, pero no podemos conectar con el personaje porque no lo vemos sufrir ni luchar, ni vencer o ser vencido. Gwen Cummings (Sandra Bullock), la protagonista de 28 días, de Betty Thomas (2000), una periodista en un centro de rehabilitación, transmite al espectador su lucha interna y deja ver las consecuencias de su alcoholismo hasta que, temblando y llorando, pide ayuda porque se le han agotado las fuerzas. No así Marga y Blanca. Ésta última, solo en el último tramo de la cinta nos deja traslucir hasta qué punto ha podido troncharle su vida la enfermedad de su madre.
La película está muy bien filmada, el trabajo de Aitor Echeverría es impecable. Estéticamente es hermosa, con una buena fotografía de Pau Castejón. La idea, en principio, promete, y los saltos en el tiempo están bien llevados. Lamentablemente al guion le falta chispa, y no profundiza en líneas tan importantes como el paralelismo entre la casa, destruida por las llamas y reconstruida gracias al esfuerzo de la familia —marido e hija—, y de la misma Marga. Desmontando un elefante es una historia de reconstrucción, de la familia y de las dos mujeres en particular, pero el proceso queda tan difuminado que cuesta captarlo.
Ficha técnica
- Título Original: Desmontando un elefante
- Dirección: Aitor Echeverría
- Guión: Aitor Echeverría, Pep Garrido
- País: España Francia
- Año: 2024
- Duración: 01h 20 min min.
- Género: Drama
- Interpretación: Emma Suárez, Natalia de Molina, Darío Grandinetti, Alba Guilera, Milo Taboada, Maria Ribera, Marta Bessa, David Climent
- Productora: Arcadia Motion Pictures, Noodles Production, Pegaso Pictures AIE, Filmax, Movistar Plus+, Rtve, TV3.
- Fotografía: Pau Castejón
- Estreno en España: 10-01-2025