Sinopsis
Una monja decide hacerse cargo de una problemática niña que es ciega y sorda; un caso perdido a los ojos del mundo. La monja, sin embargo, con paciencia y dedicación, hallará un camino para ayudarla a expresarse. Basada en hechos reales.
Crítica
[Juan Jesús de Cozar – Colaborador de CinemaNet]
No es habitual que una película se estrene un miércoles, pero si pensamos en un Miércoles Santo y el filme tiene un claro contenido espiritual o religioso, el estreno aprovecha el “tirón” de la Semana Santa y el largo puente que se origina. Es el caso de “La historia de Marie Heurtin”, una sensible cinta francesa que llegó a nuestras pantallas el 1 de abril y que contiene atractivos suficientes para recomendar su visionado.
El argumento se apoya en la verdadera historia Marie Heurtin, una joven sordomuda y ciega, nacida en 1885 y fallecida en 1921. La película comienza con la llegada de Marie a un convento de las Hijas de la Sabiduría, congregación fundada por San Luis María Grignon de Monfort y Sor María Luisa de Jesús (Trichet). Sus buenos y desesperados padres le han dado todo el cuidado y cariño posibles, pero no logran que Marie se comunique y ésta se comporta como una pequeña salvaje. Las religiosas, que acogen a chicas discapacitadas, tienen una justificada fama en la atención de niñas sordomudas y una amplia experiencia en el lenguaje de los signos. Marie (Ariana Rivoire) es un caso demasiado difícil, pero la hermana Marguerite (Isabel Carré), una joven y entusiasta monja de frágil salud, insiste en hacerse cargo de su instrucción.
Dirige, y dirige bien, Jean-Pierre Améris (“La vida”, “Tímidos anónimos”), que se beneficia de un medido guión, del colorido de la campiña francesa y de las interpretaciones de Isabel Carré y Ariana Rivoire, sordomuda en la vida real. Con una puesta en escena sobria, elegante y poética en ocasiones, consigue involucrar poco a poco al espectador sin cansarlo, regulando bien el tempo de cada escena. Por otro lado, nos presenta un retrato amable y hasta divertido de las monjas, con una madre superiora enérgica y flexible a la vez, lejos de la visión sectaria que han propuesto otras cintas.
Como es lógico, el sentido del tacto tiene una relevancia particular en la película. Un sentido que queda ennoblecido cuando su objetivo es elevado, como es el que pretende Sor Marguerite con Marie: enseñarle a comunicarse, a relacionarse y, por tanto, hacerla más capaz de amar y de ser amada. Un trabajo agotador que no sólo se hace con signos sino, sobre todo, con el corazón, con esa actitud de generosidad que sabe descubrir las posibilidades de crecimiento que se esconden tras las limitaciones personales.
El filme remite a títulos tan reconocidos como “El milagro de Anna Sullivan” (Arthur Penn, 1962) o “El pequeño salvaje” (François Truffaut, 1970), y no está lejos del cine de Robert Bresson. Procurando evitar el sentimentalismo pero sin renunciar a las emociones, Améris acaba la película en alto con una bellísima escena muy bien planificada, que provocará más de una lágrima en el público. Un final que deja al espectador –así lo pude comprobar en el preestreno al que asistí– con la impresión cierta de haber visto una buena película: que no es poco.
[Mª Ángeles Almacellas – CinemaNet]
La película nos traslada a la Francia de finales del siglo XIX, a la zona rural de la región de Poitou, para narrar la conmovedora historia de Marie Heurtin, adolescente de 14 años, ciega y sorda de nacimiento. Marie es el paradigma del “pequeño salvaje”. Totalmente incomunicada con el exterior, no se deja ni lavar, ni vestir, ni peinar. Sus padres, gente muy humilde y pobre, quieren entrañable y dolorosamente a su hija, pero son incapaces de ayudarla ni menos aún hacer de ella un ser mínimamente civilizado. No tienen recursos para internarla en un asilo, así que deciden llevarla al Instituto Larnay, cerca de Poitiers, regentado por religiosas que se ocupan de niñas sordas. Marie, dadas sus limitaciones físicas – ni ve ni oye –, sufre un auténtico trauma al sentirse desgajada de lo que era su ámbito de vida acostumbrado, y reacciona con extrema violencia. La madre superiora del Centro considera que no están en condiciones de hacerse cargo de un caso así y Marie debe regresar al hogar paterno.
Sin embargo, una de las religiosas, sor Margarita, muy débil físicamente pero con una extraordinaria fortaleza interior, insiste en que le permitan dedicarse a la niña, puesto que, si ellas no la acogen, la alternativa es que sus padres se vean obligados a internarla en un psiquiátrico. La madre superiora, aunque muy preocupada por la salud precaria de sor Margarita, acaba accediendo. La convivencia de la “pequeña salvaje” con los demás miembros de la comunidad educativa –niñas sordas y religiosas – se hace en extremo complicada y todo apunta a un fracaso estrepitoso. Pero sor Margarita no es persona que se arredre fácilmente. Con una tenacidad admirable y una enorme dosis de creatividad, intenta encontrar formas de comunicarse con Marie, de penetrar en las tinieblas de su aislamiento. Busca denodadamente un método, basado en el sentido del tacto, a falta de la vista y el oído, para conseguir que Marie llegue a aprender un lenguaje de signos, en su caso aplicado a un invidente.
Jean-Pierre Améris consigue involucrar de tal manera al espectador en el dramatismo de la historia que lo deja sin aliento ante el evidente fracaso de todos los esfuerzos y lo hace vibrar de emoción cuando aparece algún avance en la formación de la niña. Si la historia esponja el alma, la fotografía es un auténtico deleite para la vista. Los planos cortos de las manos que intentan rasgar la oscuridad del aislamiento expresan sentimientos y provocan emociones sin necesidad de palabras, con el mismo silencio en el que vive Marie. Algunas escenas llegan a cortar la respiración, como cuando Marie, aseada, peinada y vestida de colegiala, sale al patio bajo la fina nevada. Las dos actrices protagonistas, Isabelle Carré como sor Margarita y Ariana Rivoire, sorda ella misma en la vida real, encarnando a Marie, llevan a cabo un trabajo magnífico, muy bien secundado por el resto del elenco.
Un gran acierto del guión es que no caiga en el recurso fácil de atribuir el proceso de Marie a un milagro sobrenatural. Se trata del resultado de un esfuerzo humano llevado al límite, por parte de una persona que encuentra su fuerza en Dios. La religiosa buscaba un método para relacionarse con el lenguaje de los signos y lo encontró en el lenguaje del amor total e incondicional. Por eso, discretamente, con la suave dulzura de sor Margarita, mujer de fe inquebrantable, que vive con la esperanza puesta en Dios y actúa impulsada por un amor “hasta el extremo”, Marie llega también a descubrir a Dios a través de la persona abnegada que le ayuda a tender puentes de relación con el entorno.
Film excelente, tanto por su factura como por el contenido humano. Cine del bueno. Película imprescindible que nadie debería perderse.
Crítica cedida por la Fundación López Quintás
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Ficha técnica

- Título Original: Marie Heurtin
- Dirección: Jean-Pierre Améris
- Guión: Jean-Pierre Améris y Philippe Blasband
- País: Francia
- Año: 2014
- Duración: 95 min.
- Género: drama
- Interpretación: Isabelle Carré, Brigitte Catillon, Laure Duthilleul, Martine Gautier, Sonia Laroze, Patricia Legrand, Ariana Rivoire, Christophe Tourrette
- Productora: Escazal Films / France 3 Cinéma / Rhône-Alpes Cinéma / Centre National de la Cinématographie (CNC) / Ciné+ / Cinémage 8 / France Télévisions
- Música: Sonia Wieder-Atherton
- Fotografía: Virginie Saint-Martin
- Estreno en España: 1 de abril de 2015
Hola.. como consigo ver la pelicula: La historia de Marie Heurtin ????
algun link confiable donde verla en linea o descargarla?
gracias