Sinopsis
Verano de 2011. Madrid se engalana para la llegada del Papa con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud y las calles se llenan de peregrinos. Pero hay dos hombres ajenos a tanta alegría: los inspectores Alfaro (Roberto Álamo) y Velarde (Antonio de la Torre) se enfrentarán a sus propios demonios durante la caza de un escurridizo asesino en serie.
Crítica
Madrid es un pantano
Decía un ronco Joaquín Sabina que en Madrid el sol es una estufa de butano y la vida, un metro a punto de partir. El joven director Rodrigo Sorogoyen se lo ha tomado al pie de la letra en su última película. Pongamos que habla, pues, de un Madrid incoherente y polifacético. Una ciudad que saluda calurosamente al Papa mientras alberga en sus alcantarillas ríos de podredumbre.
Algo así viene a ser Que Dios nos perdone, un oscuro y pantanoso thriller ambientado en la cara oculta de la capital, en el Madrid que no acoge al Papa y en el que “misericordia” es una palabra extraterrestre. No son casualidad el título ni el contexto de la JMJ: Sorogoyen trata buena parte de los traumas de un personaje vital en la trama desde la óptica de un catolicismo rancio y mal entendido. La fe aparece como un elemento vetusto y opresivo, una pieza del puzle de la locura enrarecida.
Salvando este retrato a mi juicio equivocado –y fruto, desde luego, de entender mal la buena nueva de Cristo-, Que Dios nos perdone es una película sólida como un ladrillo, atmosférica y penetrante. La historia de los inspectores Velarde y Alfaro te atrapa desde el principio como espectador como una espiral decadente.
Todo en el Madrid de Que Dios nos perdone es negro, impregnado de suciedad de esa que se te pega a la piel como ceniza o humo denso. Sorogoyen concede tanta importancia a la truculenta trama policial como a la penetración en la psique de dos protagonistas tan rotos y torcidos como los criminales a los que persiguen.
Desde luego, hay que destacar el trabajo de la pareja de actores protagonistas: la caracterización de Antonio de la Torre, entre magnética, tierna y repulsiva, de un hombre asocial y tarado, la transfiguración de Roberto Álamo en un ser violento y brutal, un bulldog que hace del ataque su única defensa.
Poco más se puede decir de la película sin reventar las sorpresas de su guion, construido con inteligencia y solidez entre sobreentendidos y despistes. Un armazón sólido para una historia cuyo núcleo se encuentra en la enfermiza relación que establecen sus protagonistas. Una película fascinante y exuberante de savoir faire fílmico que se sustenta en una moral desviada. Un comentario a la religión católica que deja fuera de la ecuación el amor y la misericordia. Que Dios les perdone.
Ficha técnica
- Título Original: Que Dios nos perdone
- Dirección: Rodrigo Sorogoyen
- Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen
- País: España
- Año: 2016
- Duración: 125 min. min.
- Género: Thriller
- Interpretación: Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Mónica López, Luis Zahera, Rocío Muñoz-Cobo, José Luis García Pérez
- Productora: Tornasol Films / Atresmedia Cine / Mistery Producciones AIE / Hernández y Fernández P.C.
- Música: Olivier Arson
- Fotografía: Alejandro De Pablo
- Estreno en España: 28 de octubre de 2016
La verdad es que curiosidad es poco lo que siento ante esta peli, después de todo lo que se lee de ella y con guión premiado en San Sebastián….
Aún no la he visto, pero me entristece que el cine español continúe arrastrando el lastre del complejo religioso.
Una pena.
Me ha gustado y está muy bien hecha, los actores geniales. Me asaltan unas dudas, no sé si soy un poco cortito: La primera escena el policia desposit en n la tumba de su madre un ramillete como los que deja el asesino.Como llega a descubrir al asesino. La maddre del asesino se murió o finalmente se vengó en ella, cual era la relación que refiere el párroco… Por favor si alguién me echa un cabo se lo agradezco. Por cierto la escena final de la lluvia un suspenso.
Mario