Sinopsis
En 1843, el célebre novelista británico Charles Dickens se encuentra en el punto más bajo de su carrera, acumulando tres novelas que fueron un fracaso y viendo como las deudas de su familia van en aumento. Decidido a recuperar su reputación, Dickens decide escribir una historia sobre la Navidad y autoeditarla en menos de dos meses. Es aquí donde nace uno de los personajes más icónicos de su carrera, Ebenezer Scrooge, en un proceso creativo mágico que cambió la forma de entender la Navidad para siempre.
Crítica
De la verdad al libro, del libro a la pantalla y de la pantalla al corazón
Han pasado los días, las semanas, los meses… y casi sin que nos diéramos cuenta, ya tenemos encima la Navidad. Las calles se iluminan, los escaparates se engalanan y parece que un sentimiento de bondad se apodera del ambiente. Ni una sola de esas manifestaciones externas tiene un ápice de valor si no aflora desde el interior. Se trata de una cantinela recurrente, pero no conviene perderla de vista para vivir este tiempo litúrgico en las mejores condiciones.
La vida plantea infinidad de situaciones en las que aplicar esta bondad y si alguna de ellas viene inmediatamente a la cabeza, ésa es la historia navideña por antonomasia, el “Cuento de Navidad” que Charles Dickens escribió en papel y se convirtió inmediatamente en reflejo y espejo de multitud de relatos. Se abren las puertas a una película entrañable, un fantástico viaje a los entresijos personales y laborales durante aquellas seis frenéticas semanas de quien es el innegable artífice de esta conexión navideña con la infancia. Pasen y vean. Y cojan pañuelos, por si acaso.
Charles Dickens (Dan Stevens), afamado escritor británico, vive un momento de bloqueo creativo después de encadenar tres fracasos. Con una nueva casa por pagar y varias bocas que alimentar –incluyendo la que viene en camino–, su editorial tiene serias dudas sobre su continuidad.
Es entonces cuando el autor, en un arranque de audacia, promete entregar un nuevo escrito en vísperas de Navidad, precisamente ambientado en ese período que tanto recelo levanta entre sus jefes. A regañadientes, deciden confiar en su palabra, rezando para que las seis semanas que separan ambas fechas sean tiempo suficiente.
El germen del libro proviene de una historia popular irlandesa que Tara (Anna Murphy), la niñera de los Dickens, cuenta a los pequeños y que define la Nochebuena de una manera muy bonita: es la noche en la que se eliminan los velos entre este mundo y el otro. Con tal semilla en mente, pone en marcha la maquinaria creativa a partir de los medios habituales, como la observación de su alrededor –es definido por su amigo John Forster (Justin Edwards) como un “coleccionista de nombres”–, el confinamiento en el despacho y muchas hojas desechadas.
Convencido de que cuando emergen los personajes, sus personalidades se definen por sí solas, el hallazgo se lo brinda el señor Scrooge (Christopher Plummer), un avaro millonario inspirado por una persona real, convertido en el protagonista del relato. El autor también vive paralelamente su propio “Cuento de Navidad”, rebusca en los momentos más oscuros de su infancia –cuando tuvo que trabajar en una oscura fábrica de betún por las imprudencias financieras de su padre (Jonathan Pryce), encarcelado en aquel tiempo– y hasta se le presenta la ocasión de redimirse de ciertas consecuencias arrastradas desde entonces… como plasma en el libro.
Si algo se refleja en sus páginas es que para hacer el bien no es imprescindible realizar grandes gestas ni desplazarse a lugares lejanos: basta con observar al prójimo más próximo. Si cada persona presta atención a su parcela, por reducida que ésta sea, el mundo se convertirá en un lugar mejor. La enseñanza no es novedosa, sino un necesario aviso a las conciencias, una aplicación cercana del espíritu que el calendario –más, por desgracia, que la cotidianidad– insiste en recordarnos cuando llegan los últimos días de diciembre.
En nuestras manos está la posibilidad de cambiar este hecho y si ha de ser a través de ejemplos tan entrañables y artísticos como la literatura o el cine, clamando por un resquicio de esperanza con sinceridad y desde el corazón, así sea.
El responsable máximo de la más extendida iconografía y estética navideñas, de su marcado carácter anglosajón –con los debates y hasta en ocasiones superfluas polémicas que pueda implicar– es, indudablemente, Charles Dickens.
Sin entrar en disquisiciones categóricas sobre el significado de la Navidad –pues, aunque el título de la película pueda resultar pretencioso, en seguida se pone uno en situación sobre a qué se refiere en realidad–, ante nuestros ojos no hay sino una adaptación temporal, histórica y geográfica de un verdadero mensaje universal e intemporal, que jamás ha de perderse de vista ni restringirse a las dos semanas comprendidas entre Nochebuena y Epifanía. Esto se consigue tanto en la ficción literaria como en la realidad del escritor, sin concesiones mojigatas pero con el grado de sensibilidad requerido, para bien de su calidad cinematográfica.
No sería descabellado adoptar y adaptar en la crítica de esta película algunos de los términos que Thackeray (Miles Jupp), constante incordio de Dickens, dedicó al libro en el momento de su publicación: “emotivo”, “con calidez en cada página” –cámbiese “página” por “escena” y así sucesivamente cuando y como proceda–, “que se lee con el pecho sobrecogido y vergüenza de la condición humana”, palabra más, palabra menos.
La traslación sentimental del libro a su concepción –que en realidad sucedió a la inversa– y de ahí a la gran pantalla está reflejada con total dedicación y cuidado. Así, tampoco sorprendería ver de aquí a un tiempo “El hombre que inventó la Navidad” convertida en un pequeño clásico.
Ficha técnica

- Título Original: The Man Who Invented Christmas
- Dirección: Bharat Nalluri
- Guión: Susan Coyne, basada en el libro homónimo de Les Standiford
- País: Irlanda, Canadá
- Año: 2017
- Duración: 104 min.
- Género: Biográfico, drama
- Interpretación: Dan Stevens, Christopher Plummer, Jonathan Pryce, Morfydd Clark, Anna Murphy, Justin Edwards, Donald Sumpter, Miles Jupp,
- Productora: Mazur / Kaplan Company, The Mob Film Company, Parallel Films
- Música: Mychael Danna
- Fotografía: Ben Smithard
- Estreno en España: 30 de noviembre 2018