Sinopsis
456 personas con grandes deudas económicas son invitadas a un extraño juego de competición infantil en el que deben superar seis niveles para llevarse cientos de millones de wones surcoreanos. El problema real llega cuando, en caso de perder la prueba, son asesinados a sangre fría por los organizadores del survival.
Crítica
Ya es conocida en los últimos años la proporcionalidad que existe entre el hype generado en los espectadores y la desmedida promoción que Netflix hace de sus productos más novedosos. En esta ocasión ha sido Squid Game, que ha alcanzado la cima de las series más vistas en la historia de la plataforma, superando recientemente a La Casa de Papel, aunque esta no sea una buena referencia para la comparación. Está claro que la extremada violencia y el sadismo son la fuente de gran porcentaje del morbo generado por una obra cuyo propósito es servir como crítica social y económica.
Sin gran profundidad en la presentación de los personajes, que tienen como misión derrochar grandes dosis de humanidad, el director señala sin miramientos con el dedo a los poderosos, líderes comerciales del momento, y los caricaturiza de manera superficial como el gran enemigo de la justicia social. En el plano general, los pobres desgraciados que han contraído deudas impagables simbolizan el estrato más bajo, que poco o nada decide sobre su destino. Una vez más, la escuela asiática estimula una lucha de clases entre el rico y el más mísero.
Al mensaje final ayuda precisamente el planteamiento más original de la historia: la idea de que los participantes jueguen a competiciones infantiles mientras literalmente combaten por su vida. Es esa pedagogía contradictoria entre lo infantil del juego y la seriedad de la muerte lo que dota al producto de un gran nivel. Esto se logra, en gran medida, gracias a una puesta en escena muy calculada, presentando colores muy vivos y decorados propios a las edades más tiernas, incluyendo la sangre, que surge por doquier y juega también un papel paradójico.
A su vez, el director manifiesta una macrocomparativa: Simultáneamente a que los personajes se debaten entre la vida y la muerte a través de un juego en el que libremente han participado, se origina una discusión teórica de fondo, que no es otra que la perturbada inclinación humana hacia el mal. ¿La persona es capaz de cambiar y tornar hacia las buenas acciones? Esta es la gran pregunta que la serie hace al televidente.
Se trata de una propuesta de gran factura, bastante predecible en la argumentación, pero que deja un impacto evidente en la audiencia por su poco habitual e indecente proposición. Sin duda, los autores surcoreanos son especialistas en hacer que una escena sea cómica a la vez que verdaderamente dramática. Pero, no nos engañemos, es incluso perverso que uno se divierta viendo cómo matan fríamente a una persona tras otra.
Ficha técnica
- Título Original: Squid Game
- Dirección: Hwang Dong-hyuk
- Guión: Hwang Dong-hyuk
- País: Corea del Sur
- Año: 2021
- Duración: 60 min.
- Género: Supervivencia, distopía
- Interpretación: Lee Jung-jae, Park Hae-soo, Jung Ho-yeon, Oh Yeong-su, Heo Sung-tae, Anupam Tripathi, Wi Ha-joon, Kim Joo-ryoung, Yoo Sung-joo, Lee Yoo-mi, Kim Si-hyun, Lee Sang-Hee, Kim Yun-tae
- Productora: Siren Pictures. Distribuidora: Netflix
- Estreno en España: 2021
A algunas personas les gusta la violencia y otras quieren tener éxito económico. Creo que todo el mundo tiene derecho a sus opiniones y gustos, siempre que no moleste a los que le rodean. Según mis observaciones, el entretenimiento de las personas con mayores ingresos puede ser más peligroso que lo contrario. Pero hay excepciones. Estoy construyendo un sistema doméstico inteligente en casa, instalando relés inteligentes ajax en la pared y configurando sensores para automatizar todo lo que sucede a mi alrededor. Es bueno que esta afición no sea peligrosa para nadie.