La última película | Un precioso homenaje al Cine

José Martín Goenaga

Cinéfilo por afición, me gusta seguir de cerca la actualidad cinematográfica para comprender mejor a la sociedad actual y valorar la idea que esta transmite sobre la persona humana y sus circunstancias.

Preciosa película de factura india que nos adentra en la belleza del séptimo arte de manos de un pequeño adolescente situado en un diminituvo pueblo de la India. La película tiene los ingredientes de un film coming of age, pero con el importante distintivo de que quien lo cuenta es de cultura india, por lo que nos ahorramos toda la ideología occidental lamentablemente imperante en el cine actual.

El largometraje es la historia de la persecución de un sueño: ser cineasta. Lo que ocurre entre los fotogramas y el chico es un amor a primera vista, que este último no puede quitarse de su cabeza. Así, con una falta absoluta de medios técnicos, el pequeño Samay trata de acercarse a este precioso arte de todas las maneras posibles, y con su grupo de amigos, comienza la aventura de intentar ver y grabar películas, algo casi imposible por la clase social a la que pertenecen.

A lo largo de la obra se nos muestran todas las menudencias que forman una película pero estas van apareciendo de manera natural, es decir, Samay, al buscar grabar una historia, va descubriendo, de la manera más rural y rudimentaria que uno se pueda imaginar, cómo se hace cine. De esta manera, el espectador va descubriendo el arte de la gran pantalla a la vez que Samay, lo cual es una experiencia probablemente nueva para personas que han nacido y crecido rodeados de imágenes, sin conocer el arduo camino que lleva a ellas.

A su vez, la película esta llena de complicidad, de amor al prójimo, de amor dentro de la propia familia, de amistad, de picaresca y de lucha por los sueños que tiene cada uno. Además, nos permite asomarnos a la cultura india y a cómo viven muchas personas en ese país, seguramente también hoy en día, en esos pequeños pueblecitos apartados de la técnica omnipresente en nuestro mundo occidental.

Por último, una de las lecciones más bonitas que nos traslada esta encantadora película es la de aprender a apreciar las pequeñas cosas de la vida que, por tenerlas siempre al alcance de la mano, muchas veces no somos capaces de apreciar hasta que nos faltan. Pero estas personas que tienen la mala fortuna, o más bien la bendición, de nacer sin casi medios para vivir, nos enseñan a valorar esas cosas que casi siempre damos por supuestas y hasta llegamos a despreciar.

La película ha sido seleccionada para representar a la India en la carrera al Oscar a Mejor película extranjera. Esperemos que pueda formar parte de las seleccionadas para disfrutar de una noche de premios en el Dolby Theatre de Hollywood.