Sinopsis
Viaje a través de uno de los incendios forestales más mortíferos de la historia de Estados Unidos, en el que un descarriado conductor de autobuses escolares (Matthew McConaughey) y una dedicada maestra de escuela (America Ferrera) luchan para salvar a 22 niños del aterrador infierno.
Crítica
Laberinto en llamas | Magnífico drama basado en hechos reales de 2018
No hay más que ver la filmografía de Paul Greengrass para darse cuenta de dos cosas: dirige muy, pero que muy bien, y le encanta rodar con el máximo realismo posible, y si además los planos tienen un ritmo vertiginoso, aún mejor. Solo así se explican películas suyas como dos películas de la saga Jason Bourne o Capitán Philips, todas ellas historias muy humanas. Aquí repite, como pasaba en Capitán Philips, basada en hechos reales.
Viaje a través de uno de los incendios forestales más mortíferos de la historia de Estados Unidos, en el que un descarriado conductor de autobuses escolares (Matthew McConaughey) y una dedicada maestra de escuela (America Ferrera) luchan para salvar a 22 niños del aterrador infierno.
Antes de empezar la crítica: ¿qué tienen en común las siguientes películas? Tetris, Wolfs, Snoopy presenta: Un musical veraniego y esta que nos ocupa. ¿Lo adivinan? Exacto, que ninguna ha tenido estreno en cines a pesar de merecerlo. Pues sí, esta de la que hablamos solo está disponible en Apple TV+ y merece un estreno en pantalla grande. Ojalá Apple reconsidere su decisión algún día porque vaya peliculón, si se nos permite la expresión.
Nos vamos a 2018 y ya desde el principio las voces nos ponen en situación: lleva 210 días sin llover y las ráfagas de viento (increíbles los planos aéreos que las representan) son muy fuertes, lo que hace que el riesgo de incendios sea extremadamente alto. Y como un guion necesita de conflicto para ser guion, llega en nada: los horribles incendios de ese año en California. Y aquí el libreto del mismo Greengrass en colaboración con Brad Inglesby da en el clavo situando el centro de la acción en dos lugares: el autobús del protagonista, un magnífico Matthew McConaughey, y el comando de incidencias, donde se toman las decisiones más importantes relativas a la forma de actuar ante unos incendios que cada vez son más grandes y fuertes. Todas son historias humanas: un protagonista que tiene que decidir entre cuidar a su familia o llevar a cabo su misión profesional (proteger y llevar a lugar seguro a los niños y su profesora), y unos profesionales que tienen que afrontar situaciones extremadamente difíciles bajo una disyuntiva: apagar fuegos imposibles o salvar vidas humanas.
Como decimos Greengrass rueda de lujo todo, desde el comienzo hasta el final, dándonos tensión desde el minuto uno, tanto con los incendios (pavoroso realismo que ofrece, metiendo la cámara hasta en los sitios más insospechados, con una fantástica fotografía de Pål Ulvik Rokseth), como con la difícil situación del protagonista, quien arrastra una situación personal lamentable: divorciado, su hijo no le aguanta, su padre ha muerto hace poco y no encuentra alicientes en su trabajo. Y aun así, a pesar de todos los pesares, debe encontrar fuerzas para hacer lo correcto. También hay que citar la banda sonora del siempre eficiente James Newton Howard, aquí especialmente inspirado.
Uno de los puntos fuertes del guion es que no se menciona el muy cuestionado, y con razón, cambio climático, sino que se ofrecen explicaciones realistas muy claras: la mala situación de unos postes eléctricos, responsabilidad de una empresa privada, y un clima muy propicio a los incendios. Con esa base, el resto está hecho y muy bien hecho: personajes que intentan hacer lo correcto con las llamas y el tiempo en su contra. Aquí no hay villanos fuera del propio fuego, el viento y de unos “procedimientos” que, si se siguen al pie de la letra, pueden provocar pérdida de vidas humanas: “¿Quiere llegar rápido al lugar seguro o seguir las normas?” o “Hay dos opciones, incumplir las reglas o seguirlas y que mueran todos, ¿lo quieres sobre tu conciencia?”, lo que viene a decir que lo escrito sobre el papel no siempre es válido en situaciones extremas, y que a veces hay que saltarse “lo legal” para hacer lo correcto. No porque sea legal es bueno.
También se pone en valor la capacidad de tomar decisiones rápidamente por parte de los profesionales, muy curtidos todos ellos (algunos no son actores sino profesionales que hacen de sí mismos), que dejan de lado los populismos y las soluciones fáciles, no hay tiempo para ser buenistas, y eso solo se aprende con tiempo de trabajo y experiencia. Y por supuesto la confianza, el saber que puedes poner “la mano en el fuego” (expresión literal en el metraje, no es chiste fácil por la temática de la película) por tus compañeros porque sabes que harán lo que deben. El guion rezuma humanidad y eso lo eleva por encima de películas similares, los personajes están magníficamente bien escritos y eso hace que empaticemos totalmente con ellos, sean conductores de autobús o bomberos.
Y no solo eso ya que los guionistas hablan de la pérdida de confianza en la seguridad del hogar doméstico: “Pensé que no saliendo de la localidad estaría segura, pero me equivoqué”, lo cual lleva automáticamente a un cambio en la postura y estar dispuesta a ver mundo, a conocer y disfrutar de lo que el mundo puede dar y ofrecer. “Espíritu aventurero y apertura al asombro” que lo llamaría el gran profesor y escritor Antonio Sánchez-Escalonilla.
Para rizar el rizo, se incluyen preciosas pinceladas sobre las segundas oportunidades, para las que nunca es tarde si hay verdaderas intenciones de recular.
El director, para mayor realismo, mete metraje real de ese día captado por diversas cámaras y no escatima en secuencias realmente impresionantes y sería imposible citarlas todas, así que destacaremos dos: la de los ciudadanos, guiados por un héroe improvisado, que tienen que refugiarse en un río para no morir quemados, y el bus, recorriendo zonas llenas de llamas que llevan al espectador a tener el corazón en un puño.
En resumen, que Laberinto en llamas (cuestionable traducción de The lost bus) es una magnífica película de Paul Greengrass que demuestra que sigue en plena forma, que sabe narrar desastres de forma absolutamente realista sin caer en fatalismos, con dramas humanos muy cercanos y actores fantásticamente dirigidos. Denla una oportunidad, no lo lamentarán.
Ficha técnica

- Título Original: The Lost Bus
- Dirección: Paul Greengrass
- Guión: Brad Ingelsby, Paul Greengrass. Libro: Lizzie Johnson
- País: Reino Unido
- Año: 2025
- Duración: 129 min.
- Género: Drama. Catástrofes
- Interpretación: Matthew McConaughey, America Ferrera, Yul Vazquez, Ashlie Atkinson, Spencer Watson, Danny McCarthy, Levi McConaughey, Kay McConaughey, John Messina, Beth Bowersox, Kate Wharton
- Productora: Apple Original Films, Blumhouse Productions, Comet Pictures
- Música: James Newton Howard
- Fotografía: Pål Ulvik Rokseth
- Estreno en España: 3-10-2025