Sinopsis
La buena mentira aborda una historia inspirada en hechos reales: la acogida en Estados Unidos de un grupo de hermanos refugiados de la guerra de Sudán. Cuando llegan a América son acogidos por Carrie, una trabajadora social con una vida bastante desorganizada que pronto queda impresionada por la calidad humana de los hermanos. Estos, a pesar de la alegría de sentirse en un país seguro, viven la desazón de que una hermana ha sido trasladada a otra ciudad. Por otra parte, les persigue el recuerdo de un hermano que, siendo niño, murió en Sudán mintiendo a unos soldados diciéndoles que estaba solo mientras ocultaba a sus hermanos pequeños. La mentira del hermano fue una buena mentira porque salvo la vida de los otros niños.
Crítica
Estamos ante un film eminentemente pedagógico con dos partes bien diferenciadas. La primera nos adentra en la guerra de Sudán, en la tragedia de los niños asesinados y perseguidos, de las masas de refugiados, del dolor terrible de la guerra. La segunda parte nos presenta la llegada a Estados Unidos con el choque de costumbres, la adaptación a la cultura y las dificultades para reorganizar la vida a un contexto totalmente distinto.
Y es aquí cuando Falardeau, con un gran sentido didáctico, va obligándonos a reflexionar –junto con la trabajadora social, Carrie- sobre temas que parecen superados por una sociedad acomodada y rica: el valor de la familia, el sentido de la gratitud, la humanización de la fe cristiana, el poder de la oración, la honestidad, la fidelidad a la palabra dada, el sacrificio por el otro…
Todos esos valores que los acogidos sudaneses viven con naturalidad van desproveyendo a Carrie y a sus asesores norteamericanos de la prepotencia moral del poderoso. Los acogidos son mucho mejores que los acogedores y ayudan a estos a conocerse a sí mismos y a descubrirse para cambiar. Los norteamericanos van por la vida deprisa, sin saborear lo humano y lo humilde; por más que tienen muchas cosas no tienen un trasfondo que les dé sentido a sus vidas. Desde aquí descubrimos que acoger al otro es mucho más que darle cobijo, significa descubrir todo lo que hay de bueno en él y hacer que eso toque tu fibra.
La película se ve con agrado. La fotografía, la música y la realización son más que dignas. Por otra parte, Falardeau ha contado con actores sudaneses, que ha sido víctimas reales de la guerra, lo que dota de verosimilitud a la narración. Sus rostros y sus miradas transparentan la historia de almas puras marcadas por el dolor, la separación y la bondad.
Con una realización sencilla, correcta y didáctica, “La buena mentira” se ve con agrado desde el comienzo y constituye una lección de humanidad capaz de tocar, sin sensiblería, el corazón del espectador que es invitado a repensar los valores que le mueven.
Falardeau nos dice que la vida es un don que hay que valorar con sencillez. El amor, la bondad y el sacrificio ayudan a ser más felices. Esa es la gran lección que nos dan los refugiados sudaneses protagonistas del film. Esas sufrientes víctimas de la guerra se han convertido en portadores de esperanza y en profetas de humanidad que testimonian que amar es dar la vida.
Esto es lo que nos dicen estos chicos sudaneses. En su historia no caben medias tintas…no cabe la mentira.
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Ficha técnica
- Título Original: The good lie
- Dirección: Philippe Falardeau
- Guión: Margaret Nagle
- País: EEUU
- Año: 2014
- Duración: 110 min.
- Género: drama
- Interpretación: Reese Witherspoon, Corey Stoll, Thad Luckinbill, Sarah Baker, Sharon Conley
- Música: Martin Leon
- Fotografía: Ronald Plante
- Estreno en España: 3 de octubre de 2014