¿Se puede rodar una película optimista y cargada de esperanza sin quitar la mirada de las partes más oscuras de la vida? En este análisis hablaremos de uno de estos films: La buena mentira, una feel-good movie construida alrededor de un hecho tan escalofriante como la 2ª Guerra Civil Sudanesa.
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Una breve sinopsis: ¿de qué va La buena mentira?
Inspirada en hechos reales, La buena mentira sigue a Mamere (Arnold Oceng), un joven sudanés que huye de la guerra civil que asola su país. Junto a otros refugiados, gana una lotería para reubicarse en los Estados Unidos. Tras su llegada, los jóvenes conocen a Carrie (Reese Witherspoon), una trabajadora social que, consciente de las privaciones que han sufrido, intenta enseñarles a desenvolverse en el mundo moderno.
Un poco de contexto
El conflicto que da pie a la trama de esta película es la 2ª Guerra Civil Sudanesa, un enfrentamiento entre el gobierno de este país africano y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, situado en lo que hoy es Sudán del Sur. El enfrentamiento duró 22 años –de 1983 a 2005- y se cobró casi dos millones de víctimas mortales entre la población civil, lo que la convierte en una de las guerras más largas y mortíferas de los últimos años, solo superada en cifra de muertos por la 2ª Guerra Mundial.
Además de los muertos, se estima que más de cuatro millones de personas fueron obligadas a marcharse de sus casas debido a la guerra. Entre ellos se cuentan los protagonistas de esta película, que forman parte de los llamados “Niños Perdidos de Sudán”: más de 20.000 menores que quedaron huérfanos o tuvieron que marchar de sus hogares durante la guerra.
Algunos, como los personajes de La buena mentira, caminaron solos más de mil kilómetros hasta encontrar asilo en el campo de refugiados de Kakuma, en Kenya. En este espacio, como se muestra en la película, centenares de miles de personas quedaron atrapadas durante el conflicto.
No es la primera vez que el director canadiense Philippe Falardeau aborda el tema de la inmigración, ni tampoco la primera vez que se enfrenta a emociones duras o situaciones complejas. Ya lo hizo en su película más conocida y alabada, El profesor Lazhar. La historia de un profesor con un grupo de alumnos traumatizados por el suicidio de su anterior profesora fue nominada a en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa en la 84ª edición de los Oscar.
Películas con valores: ¿de qué habla La buena mentira?
El hilo que vertebra toda la película es la relación, o el contraste, entre dos mundos: el que traen Mamere y sus compañeros -la guerra, el sufrimiento y la pobreza- y el que se encuentran en los EEUU -el capitalismo, la abundancia, pero también la indiferencia hacia el que sufre-. En medio de esta dualidad, se revela el tema principal de La buena mentira: la caridad, el amor al prójimo.
El film es una historia de personas que se dejan ayudar: es interesante como a lo largo del metraje nadie hace nada por sí mismo, sino que todos son ayudados… ¡porque se ponen en la situación de dejarse ayudar! No solo los refugiados sudaneses, sino también la asistente social -aquella que supuestamente tendría que ser la proveedora de ayuda- reconoce su pequeñez y deja que sus nuevos amigos entren en su miseria.
Los protagonistas se revelan frágiles, independientemente del contexto y la historia que traigan detrás: tanto da si eres un estadounidense sin penurias evidentes o un pobre refugiado africano, la necesidad de amor atraviesa todos los corazones. Esto, además, se presenta en la película de forma muy inteligente, porque lo hace sin darse demasiada importancia:
Ejemplo – Una de las escenas clave para entender esta lectura de La buena mentira es una muy pequeña y fácil de olvidar. Cuando está en el metro, uno de los refugiados sudaneses, Jeremiah, comparte con total naturalidad su mandarina con la señora que se sienta a su lado. No se lo piensa, ni se le ocurre que esté poniendo en práctica la generosidad con el hermano: lo hace, y ya está. Así es el amor verdadero.
Otros temas: dignidad, educación, espiritualidad
La generosidad y la caridad como aquello que nos hermana a los humanos es -siempre según mi perspectiva, desde luego: ¡no pretendo sentar cátedra!- el tema que da auténtico valor a la película. No obstante, la película de Falardeau está llena de otras posibles reflexiones que emergen al comentarla en un cinefórum. Estos son algunos de ellos:
- Mamere, el protagonista, tiene dos empleos al mismo tiempo para poder pagarse sus estudios. En nuestro país -con educación pública y muchas oportunidades- es fácil dar por sentado cosas como una carrera universitaria, pero actitudes como la de este personaje nos permiten comprender con ojos nuevos el inmenso valor que tiene la educación.
- Jeremiah deja su trabajo en el supermercado cuando ve que su jefe -que no sabe ni su nombre- tiene el corazón de piedra. Se contraponen el capitalismo indiferente vs. la dignidad humana: el personaje lo expresa diciendo que no puede “hacer un trabajo que mi corazón dice que está mal”.
- La película, especialmente al inicio, está plagada de referencias al Antiguo Testamento. Los niños hablan de Moisés, llevan nombres bíblicos –¡el líder del grupo al que seguimos durante los primeros minutos se llama Theo!- y uno de ellos incluso carga una Biblia. Aun así, a su alrededor hay caos y guerra: puede ser un punto de partida interesante para abordar el sentido del dolor y del mal desde una perspectiva espiritual.
Estos son solo algunas de las cuestiones que podemos trabajar -individualmente o en compañía- tras ver esta magnífica película. La buena mentira junta como pocas obras la mirada hacia la realidad que duele con la ternura del corazón humano, y por eso me parece tan interesante hablar de ella en el campo de las películas con valores.
Dicho esto, acabo con dos preguntas: ¿has visto algo en La buena mentira que se me haya pasado por alto y creas que es importante? ¿Qué otras películas nos recomiendas comentar para tratar estos temas? ¡Déjanos tus respuestas en los comentarios para que todos -autores y lectores- podamos enriquecernos!
Niños Perdidos de Sudán
Hermosa historia aunque se me rompe el corazón de saber que al otro lado del mundo mucho viven un infierno sin finque Dios bendiga a cada ser sufrido y abandonado por la guerra, de ellos será el hermoso paraíso de Dios
Una película que te hace recordar las diferencias entre los diversos pueblos es interesante y apasionante la historia.
Me llamó poderosamente la atenció de la buena ropa que tenían y también el estado físico creo que ewso no debe ser así me i8magino que los refugiados son delgados y mal vestidos.A , esa parte no la entendi. pero la película mejor esa ropa se la dieron para que en EEUU los aceptaran. Es conmovedor porque se que en la actualidad hay pueblos que viven en la miseria son explotados y están afectados de enfermedades para la que no tienen medicación ni vacunas por ej. La parálisis infantil