Sinopsis
Tanto Gi Taek como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo, empieza a dar clases particulares en casa de la rica familia Park, las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles.
Crítica
Historia de dos familias
En una de las secuencias más sobrecogedoras de Parásitos, una lluvia torrencial anega los barrios pobres de la ciudad. El agua convierte las estrechas calles en ríos, y sus habitantes ven con impotencia como la inundación destruye sus casas. No tan lejos de allí, la familia Park vive en una lujosa mansión, y vive la misma tormenta como una anécdota: “Gracias a la lluvia, los cielos están más azules”, comentan, despreocupados.
Esta dicotomía es la columna vertebral de la nueva película de Bong Joon-ho. En Parásitos, el surcoreano presenta la historia de dos familias: una rica -los Park- y una pobre -los Gi-. La trama arranca cuando el hijo mayor de la segunda, Gi Woo, comienza a dar clases particulares de inglés a la hija de la primera.
Los dos mundos entran en contacto y a medida que avanza la trama se van uniendo más y más: la familia humilde va introduciéndose poco a poco en la vida de la otra. La hermana de Gi Woo entra a dar clases de arte; su padre se convierte en el chófer del señor Park, y su madre, en la cocinera y empleada del hogar. Los Park lo aceptan, ignorantes del hecho de que todos sus nuevos empleados son familia entre sí.
El lector avispado sumará dos y dos y llegará a la conclusión lógica: los Gi son los “parásitos” del título, un grupo de pícaros que -a base de trampas y mentiras- se engancha a los recursos de otro organismo. Sí… y no, porque -bendita ambigüedad- los parásitos bien podrían ser los Park: ricos a costa de ignorar la pobreza y la cruda realidad de aquellos que trabajan para ellos.
Parásitos es una película llena de rabia que incide en la separación entre ricos y pobres a través de estas dos familias-espejo: padre, madre, hijo, hija. Muestra la frivolidad de unos -“¡Qué maja la señora, a pesar de ser rica!”, comentan el señor Gi, y su mujer le responde: “Es maja porque es rica, si yo tuviera tanto dinero como ella ¡sería mucho más maja!”- y la desesperación de otros -“no hay que hacer planes, nunca salen como esperas”, asegura resignado el padre-.
Bong Joon-ho estrena una película urgente, que se ancla a una realidad inmediata a partir de elementos como el wifi o el WhatsApp. Parásitos -que ganó una merecida Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes- transita constantemente la línea entre la comedia negra, el thriller tenso y el horror. En este sentido, conviene apuntar que hay escenas muy violentas, y que no es una película para todo el mundo.
Con todo, Parásitos es una película divertida e intensa, con unos personajes a los que quieres acompañar desde el primer minuto. Los intérpretes captan con exactitud el tono tan particular que necesita el film, entre El Lazarillo de Tormes y el terror de una home invasion.
En conclusión, estamos ante una película sin villanos donde los actos más terribles se cometen por la inercia de una situación extrema llevada al límite. Una comedia negra filmada con maestría que reflexiona con amargura sobre las consecuencias de las diferencias económicas, la desesperación de los pobres y la trágica indiferencia de los ricos.
Ficha técnica

- Título Original: Gisaengchung (Parasite)
- Dirección: Bong Joon-ho
- Guión: Kim Dae-hwan, Bong Joon-ho, Jin Won Han
- País: Corea del sur
- Año: 2019
- Duración: 132 min.
- Género: Comedia negra, thriller, drama social
- Interpretación: Song Kang-ho, Lee Seon-gyun, Jang Hye-jin, Cho Yeo-jeong, Choi Woo-sik, Park So-dam
- Productora: Barunson / CJ Entertainment / Frontier Works Comic / CJ E&M Film Financing & Investment Entertainment & Comics
- Música: Jaeil Jung
- Fotografía: Kyung-Pyo Hong
- Estreno en España: 25 de octubre 2019