Sinopsis
Basada en uno de los juicios más recordados de la historia de los Estados Unidos, en el que el peso más absoluto de la ley patriótica caía sobre siete individuos acusados de conspirar contra la seguridad nacional. Las consecuencias, una agitación social sin precedentes en las mismas calles norteamericanas.
Crítica
Un juicio histórico con eco en los tiempos presentes
Cierto atrevimiento hay la mayoría de veces en apostar por la producción de una película de tintes políticos. Más aún si los mezclas con temática histórica y judicial. Y ya para colmo, todavía se supera si el análisis habla de Estados Unidos. Eso sí, éxito asegurado en la gran pantalla. En esta ocasión, adaptar un hecho real tan sonado es ‘pan comido’ cuando pones a Aaron Sorkin a los mandos de guion y dirección.
De sobra conocida es su reputada y regular trayectoria. Le hemos visto engrandecerse como creador de El ala oeste de la casa blanca o The Newsroom, brillar con sus grandes guiones en Algunos hombres buenos, El presidente y Miss Wade, La red social, Moneyball o Steve Jobs, y atreverse con la dirección de Molly’s game y la que nos atañe ahora, El juicio de los 7 de Chicago. Es justo en esta pieza donde consigue mostrar todas sus esencias.
Nunca sabremos, yo por lo menos no lo sé, si escogió conscientemente estos tiempos de gran turbulencia social, política y policial en Estados Unidos para recrear en el cine uno de los procesos judiciales más populares de la historia. Ahí tenemos, con total seguridad, uno de los mayores puntos a favor de este largometraje del neoyorkino.
El Juicio de los 7 de Chicago -disponible en Netflix– es una de esas películas que, salvo que odies con profundidad el género, te mantienen en vilo las más de dos horas que dura la cinta. Fusiona con gran eficacia los géneros que quiere transmitir, no te deja indiferente, quiere que participes de la reflexión. Te guste o no, ya conoces alguno de los momentos negros de la historia norteamericana, tomas parte de la política, has protestado contra algún juicio transmitido en los medios, y te has identificado con algún movimiento social que has creído justo.
A todo este revuelto de sensaciones, que tantas veces tornan viscerales, añadimos un estilo tan propio como el de Sorkin. Treinta años después vuelve a juicio para enfrentar un clásico, los hechos reales que se topan con la corrupción institucional, la justicia ensombrecida por las trabas institucionales, el poder de la primera potencia mundial que traduce su dominio aplastando los derechos de algunos ciudadanos con el peso de la Ley.
El director deja su sello entre escenas, el asesinato de Martin Luther King con sus repercusiones sociales, las manifestaciones contra la guerra de Vietnam… todo ello manifestado en un escenario que fundamentalmente no sale de las cuatro paredes de un juzgado, la fiscalía general contra los siete líderes de una protesta contra el reclutamiento hecha en la Convención Nacional Demócrata del verano del 68.
Sorkin utiliza uno de los juicios más mediáticos de todos los tiempos para destapar su tarro de las esencias. Fue un auténtico circo. El director lo sabe y lo explota a su favor. Y lo que es más importante, le gusta y sabe hacerlo. Es capaz de trasladar al espectador toda la gravedad que conlleva el asunto, pero a menudo empleando sus pequeñas dosis cómicas en momentos aparentemente serios. Saca un gran jugo del absurdo que se vivió en aquella sala y lo presenta públicamente como víctima de sorna y también reflexión.
Pudiera parecer una parodia que rozara el sinsentido, pero no lo es. Todo se presenta coherente, tanto como permite un juicio que se viste de patriótico pero que realmente esconde una acusación política. Sorkin entiende a la perfección que el espectador puede permanecer en su asiento riendo a carcajadas por el absurdo a la par que denuncia la situación. Lo consigue, no cabe duda.
Justo ahí es donde nos encontramos con el personaje de Hoffman, el activista, encarnado por un Sacha Baron Cohen brillante, haciendo lo que mejor se le da, dando vida a un individuo que emplea constantemente la ironía como fruto de su inconformismo frente al poder, sabiendo siempre que el juicio es una farsa y aprovechando cada momento para amplificar el sentido de la protesta social.
A la misma altura interpretativa podríamos colocar al oscarizado Eddie Redmayne, vistiendo el traje del líder del grupo estudiantil SDS. Acostumbrados nos tiene a este nivel, tampoco es arriesgado decir que lo borda y que su futuro en Hollywood tiene buena pinta.
Calidad asegurada tenía Sorkin con Jeremy Strong (que repite con el director después de Molly’s game), Yahya Abdul-Mateen II como líder del Partido Pantera Negra para poner de manifiesto el punto racista de la sociedad del momento, y Joseph Gordon-Levitt haciendo de la parte acusadora.
Mención especial a la genialidad habitual de Mark Rylance interpretando al abogado de los siete acusados, Frank Langella como juez del caso y Michael Keaton, ex fiscal general.
La película, a mi modo de ver, es de gran factura, producto de un gran trabajo en el guion, una temática adecuada y un reparto que borda su trabajo en escena. También ayuda la marca registrada Sorkin con esos veloces diálogos, siempre brillantes y en muchos momentos de gran humor.
No veo mal que el posicionamiento más aproximado al director sea de crítica al sistema corrupto, de sobra expresado en sus guiones, y tampoco quiero profundizar en si la adaptación ha sido fiel a los acontecimientos reales (alguna crítica hay por ahí). No creo que el planteamiento sea maniqueísta, sino más bien se mantiene ‘neutro’ a interpretación del espectador. Eso sí, no quita que sea bastante peligroso a la hora de crear cultura y remarcar un pensamiento antisistema muy presente en los tiempos actuales.
Ficha técnica

- Título Original: The Trial of the Chicago 7
- Dirección: Aaron Sorkin
- Guión: Aaron Sorkin
- País: Estados Unidos
- Año: 2020
- Duración: 129 min.
- Género: Drama judicial
- Interpretación: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance, Frank Langella, Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Alex Sharp, Yahya Abdul-Mateen II, Michael Keaton
- Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Amblin Partners, Paramount Pictures, Cross Creek Pictures, Marc Platt Productions, Reliance Entertainment, DreamWorks SKG, MadRiver Pictures, ShivHans Pictures. Distribuida por Netflix
- Música: Daniel Pemberton
- Fotografía: Phedon Papamichael
- Estreno en España: 2020
Gracias por la crítica