Sinopsis
Narra de manera íntima la vida de un hombre bueno, el médico Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70.
Crítica
Que no caiga en el olvido
Fernando Trueba dirige con mucho acierto esta interesante historia que nos sitúa en Medellín (Colombia) en los años 70 y 80. Javier Cámara pone acento colombiano para dar vida al protagonista, Héctor Abad, un médico y profesor de la universidad de Antioquia, ante todo un hombre familiar y bueno. No dejó de velar por los más débiles y de denunciar las injusticias, lo que llevó a ser señalado e incluso apartado de su Universidad.
La película está basada en la novela biográfica del mismo título que escribió su hijo Héctor, escritor y periodista, y su adaptación al cine ha sido obra de David Trueba, hermano del director. La narrativa audiovisual es potente y cuidada, y pasa con naturalidad del color al blanco y negro, según se acerca el desenlace.
La historia comienza con un homenaje al médico y profesor, organizado desde la Universidad donde trabajó toda su vida, al que acuden sus alumnos, compañeros y su familia al completo. A partir de ahí, nos narra su vida en flashback, su trabajo y su amor por su familia querida a través de los ojos de su hijo pequeño.
Tachado por unos de comunista y de liberal por otros, Héctor trató siempre de que sus tratamientos llegaran a todo el mundo, impulsó la vacunación masiva contra la polio, y creaba concienciar sobre la importancia de la higiene para una vida saludable. Curiosa coincidencia con lo que vivimos en este año de pandemia. En la enseñanza, animaba a los alumnos a hacerse preguntas, a cuestionarse las cosas, más que a dar respuestas.
Estuvo siempre del lado de la vida, según sus propias palabras. Y aunque no fue un hombre religioso, y era crítico con la jerarquía, – en la cinta se ridiculiza el trabajo de una monja-, sin embargo defendía muchos valores cristianos. Fue siempre valiente y consecuente, incluso se metió en política para poder cambiar las cosas, aún a costa de su carrera e incluso de su propia vida.
Las interpretaciones son deliciosas, y el castellano se ve enriquecido por los giros colombianos. Javier Camara – elegido por su parecido físico con el doctor- se mete de lleno en el papel de un hombre cariñoso, que ama la vida y la disfruta.
La cinta tiene un tono muy humano y personal que toca el corazón. Pero se echa de menos alguna explicación del conflicto que se vivía en Medellín, de los motivos de las protestas y la violencia en las calles. Por supuesto sin ánimo de justificar el conflicto, pero ayudaría a entender el acoso que sufrió el protagonista.
Mucho podemos aprender de esta vida tan valiente, que iluminó a muchos en su camino, y que fue señalada y perseguida, precisamente por su defensa de los más débiles. Que no caiga en el olvido, cómo señala el título.
La película llega a España con gran éxito del público en los Festivales de Cannes y de San Sebastián y representará a Colombia en los próximos Goya, en la categoría de Mejor Película iberoamericana. Una película preciosa que desde luego merece el Premio.
Ficha técnica

- Título Original: El olvido que seremos
- Dirección: Fernando Trueba
- Guión: David Trueba (Novela: Héctor Abad Faciolince)
- País: Colombia
- Año: 2020
- Duración: 136 min min.
- Género: Drama biográfico
- Interpretación: Javier Cámara, Aída Morales, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego, Sebastián Giraldo, Whit Stillman
- Productora: Caracol Televisión, Dago García Producciones
- Música: Zbigniew Preisner
- Fotografía: Sergio Iván Castaño
- Estreno en España: 7 de mayo 2021