El pacto (The Covenant) | Un vínculo más allá de toda lógica

Javier Muñoz Morales

Soy Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, así que se supone que lo mío son los números. En realidad, prefiero los libros y el cine. Estoy convencido de que detrás de cualquier película hay una visión del hombre y del mundo que merece la pena descubrir

Pocos meses después del estreno de Operación Fortune, que no pasará precisamente a los anales de la filmografía universal, Guy Ritchie nos presenta su nueva propuesta, El pacto, una película diferente a lo que el director británico nos tiene acostumbrados. Ritchie cambia totalmente el registro y nos sumerge de lleno en un drama bélico, situado en Afganistán durante la última década de presencia norteamericana en aquella zona en conflicto.

El pacto está basado en hechos reales, contándonos la historia del intérprete Ahmed y el sargento Kinley, y sirve para acercarnos al drama real que vivieron centenares de traductores afganos, abandonados a su suerte tras la retirada del ejército norteamericano en la región, y amenazados y perseguidos por los talibanes, que les acusaban de traidores y de colaboradores con el invasor enemigo.

Jake Gyllenhaal y Dar Salim interpretan al sargento Kinley y al traductor Ahmed respectivamente, y son quienes llevan el pulso interpretativo durante toda la película. Completan el resto del reparto caras muy conocidas, con papeles bastante secundarios, todo sea dicho. Cabe destacar también la fotografía, que se recrea en los parajes inmensos e inhóspitos de aquella zona; quién diría que la provincia de Alicante ha servido de réplica perfecta de Afganistán para el rodaje. Y, por último, conviene hacer una mención expresa de la música, que envuelve la película con el tono de tensión necesario.

El pacto tiene tres partes bien diferenciadas, y todas ellas conectan bien para dar como resultado una película muy interesante, que por momentos recuerda a otra gran película del género bélico actual, El único superviviente, protagonizada por Mark Wahlberg. Las escenas de acción y thriller son muy potentes, no en vano Ritchie nos tiene acostumbrados a esto desde hace muchos años. Pero no se queda sólo en esto, sino que, además, resuelve dignamente la parte dramática y de conflicto interior del protagonista.

El pacto plantea también algunas reflexiones interesantes. ¿Qué es lo que mueve al intérprete a salvar la vida de Kinley? ¿Es sólo venganza? ¿Por qué no abandona en la dificultad? Y lo que es más increíble todavía, ¿qué es lo que mueve a Kinley a volver a un territorio hostil para extraer al intérprete y su familia? ¿Qué papel juega la familia en la decisión del sargento Kinley? Hay un vínculo que sólo Kinley y Ahmed conocen, y que está por encima de la lógica de cualquier persona ajena a su historia. Es un todo o nada donde, inexplicablemente, la obligación moral hacia el otro importa más que la vida propia y más que cualquier dificultad.

En definitiva, seguro que El pacto será del agrado del público en general, y del aficionado al género bélico en particular. Con el aliciente de mostrarnos un drama real, no inventado, que demuestra una vez más que, aunque parezca increíble, la realidad supera muchas veces a la ficción. Y que el hombre también es capaz de lo mejor.

 

* El pacto está disponible en la plataforma Amazon Prime