Título original: Fantastic Mr. Fox. |
SINOPSIS
Mr. y Mrs. Fox llevan una vida familiar idílica junto a su hijo Ash y un joven sobrino que han acogido, Kristofferson. Pero tras doce años de apacible placidez, es demasiada vida bucólica para el salvaje instinto animal de Mr. Fox. Pronto vuelve a su viejo y furtivo hábito de robar gallinas y, al hacerlo, pone en peligro no sólo a su amada familia, sino a toda la comunidad de animales. Atrapados bajo tierra y sin suficiente comida, los animales forman una banda para luchar contra los malvados Granjeros -Boggis, Bunce y Bean-, que están determinados a capturar al audaz y fantástico Mr. Fox a cualquier precio.
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CRÍTICAS
[Jerónimo José Martín, COPE y Popular TV]
De ascendencia noruega, pero nacido en Cardiff (Gales) en 1916 y fallecido en Oxford (Inglaterra) en 1990, Roald Dahl fue uno de los escritores más populares y polifacéticos del siglo XX, especialmente en el ámbito de la literatura infantil. Muchos de sus relatos han sido llevados a la televisión y al cine, adaptados por otros o por él mismo, que también firmó los guiones de obras ajenas, como las que inspiraron la serie Alfred Hitchcock presenta (1955-1962) —de diversos autores— o las películas Sólo se vive dos veces (1967) —quinta entrega de la saga James Bond— o Chitty Chitty Bang Bang (1968), ambas del londinense Ian Fleming.
En cuanto a sus propias obras, la mayoría encontró acomodo en la televisión, hasta que en 1971 Mel Stuart llevó a la gran pantalla Charlie y la fábrica de chocolate, que en España se tituló Un mundo de fantasía. En 2005, el visionario Tim Burton volvió a adaptar esa novela, nueve años después de producir una excelente versión en muñecos animados de otra obra de Dahl: James y el melocotón gigante, que dirigió Henry Selick. Entre uno y otro título, vieron la luz otras adaptaciones de sus obras, como La maldición de las brujas (1990), a cargo de Nicolas Roeg, o Matilda (1996), dirigida e interpretada por Danny DeVito.
Ahora, da continuidad a esa fructífera relación el estadounidense Wes Anderson con Fantástico Sr. Fox, imaginativa adaptación en muñecos animados de la famosa novela infantil de Dahl. Con ella sube enteros este discutido cineasta, que se ha ganado fama de director original a través de películas como Academia Rushmore, Los Tenenbaums o Viaje a Darjeeling; aunque, en realidad, las desconcertantes gamberradas iconoclastas de esos filmes tienen poca gracia y menos calado dramático y moral.
El tal Sr. Fox de la nueva película de Anderson es un zorro que disfruta robando gallinas, mala costumbre que su cariñosa esposa intenta erradicar desde que se quedó embarazada de Ash, el hijo de ambos. Tras varios años pacíficos, cuando Ash entra en la adolescencia, el Sr. Fox traslada a toda la familia a un inmenso roble, frente a las granjas de tres hoscos terratenientes. Muy pronto, el zorro siente la llamada salvaje de su naturaleza y vuelve a las andadas, poniendo en peligro a su familia y a toda la comunidad animal del bosque. Además, el inseguro y enclenque Ash se enfrenta con su primo Kristofferson, un zorro espabilado, culto y deportista.
La animación stop-motion de la película es bastante pobre, tanto en los fondos como en los movimientos de los personajes. Sin embargo, esta precariedad se compensa con unos sugerentes diseños de personajes y una esmerada animación de sus gestos básicos. De este modo, Anderson saca partido visual al original guión, algo episódico e insistente en su narración en off, pero lleno de diálogos y situaciones hilarantes, y muy incisivo en sus lúcidas reflexiones sobre la fuerza de los instintos, la importancia de luchar por dominarlos y el valor de la familia y la comunidad.
En este sentido, es fundamental el doblaje de la película, excelente en la versión original, pues lo realizan actores de la talla de George Clooney, Meryl Streep, Bill Murray, Michael Gambon o Willem Dafoe. La sencilla pero eficacísima partitura del francés Alexandre Desplat redondea esta singular película, que reafirma la actual potencia del cine familiar y, en concreto, del realizado en dibujos y muñecos animados.
Animales salvajes
El atípico director Wes Anderson, cuenta con un puñado de películas que podríamos denominar «marcianas», tales como Academia Rushmore, Los Tenenbaums o Viaje a Darjeeling. Eso le ha etiquetado con una vitola de cierto prestigio independiente, de cineasta librepensador y tal, y le ha granjeado un buen número de seguidores que disfrutan de lo lindo con su humor gamberrillo, insustancial y desconcertante, aunque también, por contra, a mucha parte del público sus ocurrencias y argumentos le dejan completamente frío. En esta película, el resultado es más equilibrado de lo que acostumbra debido a dos importantes causas: en primer lugar, Anderson utiliza por primera vez un material escrito ya existente, y en segundo lugar, se trata de una película de dibujos animados.
Fantástico Sr. Fox está basada en una novela para niños escrita por Roald Dahl, creador de historias tan célebres como las de Charlie y la fábrica de chocolate o James y el melocotón gigante. Dentro de su producción, este relato es más amable: se trata ni más ni menos que de una sencilla y divertida aventura donde los animales protagonistas son los buenos y los humanos los villanos. Mr. Fox es un zorro que disfruta haciendo lo que sabe, es decir: robar gallinas. Sin embargo, esto tiene sus peligros, y su esposa logra que abandone tales acciones cuando le anuncia que espera un zorrito. Al cabo del tiempo, sin embargo, cuando la familia se ha mudado al interior de un precioso roble con vistas a tres hermosas granjas, el Sr. Fox siente la llamada salvaje y vuelve a las andadas. Entretanto, a la familia, además del pequeño Ash, se le ha sumado el primo Kristofferson, un zorro bastante espabilado y distinguido a quien su primito Ash coge ojeriza enseguida. Las cosas se pondrán tensas cuando los robos del Sr. Fox pongan en peligro a toda la familia y a sus amigos.
Anderson cuenta la historia de manera original y ofrece imágenes logradas, combinadas con una música muy rítmica y que retrotraen a los seriales televisivos de dibujos animados (véase la divertida escena del primer robo). También tiene aire retro la confección visual del film -rodado con la técnica de «stop-motion»-, con los personajes animales confeccionados con esmero, un poco como si estuvieran disecados, pero que se mueven en un escenario muy estático y simplificado. La historia es sencilla y adecuada sobre todo para los más jóvenes, aunque las relaciones entre los personajes y algunos diálogos quedarán lejos de sus entendederas. En general hay mucho ritmo y un buen puñado de escenas divertidas. Entre las mejores están los encuentros con la rata (con la genial voz de Willem Dafoe en la versión original), escenificados con un conseguido estilo de ‘spaghetti western’. Y hay que alabar la inspirada banda sonora, totalmente sustancial en este film, compuesta por el francés Alexandre Desplat.
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