Sinopsis
En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido.
Crítica
Soy Leyenda conoce a Lovecraft
La Piel Fría es la adaptación del libro de Albert Sánchez Piñol, con el que logró cosechar bastante éxito allá en 2002, antes de que hace en 2012 escribiera su obra más famosa, Victus. El cine español se une a la tradición de adaptar libros de escritores patrios, algo que cada vez se ve más en un Hollywood sin ideas que sobrevive de bases de fans ya establecidas y de remakes repletos de nostalgia.
Antes de seguir, es importante destacar que esta es una crítica a la película en el sentido estricto del término; es decir, no habrá comparaciones con el libro, aunque… ¿quién sabe? Puede que algún día hable de las libertades que se toma el cine con el material original.
El director Xavier Gens ha sabido jugar muy bien con el ambiguo género de la historia, y es que de entrada puede parecer la típica película de terror con altas dosis de misterio, pero, a medida que se desarrolla, vemos como muta hacia géneros con más acción que recuerdan a George Romero y a su clásico El Amanecer de los Muertos Vivientes. El reparto lo compone David Oakes en el papel de Friend y Ray Stevenson en el de Batis Caffo. Entre los dos tienen la difícil tarea de llenar el filme, pues aparte de las breves apariciones de otros personajes muy secundarios, son los encargados de llenar de diálogo los 101 minutos de la cinta, pues Aneris, el personaje de Aura Garrido, es una criatura muda.
El ritmo de la película es constante, combinando picos de aceleradas escenas de acción con diálogos lentos o momentos de exploración isleña, empleando una fórmula que me recuerda a la obra maestra de George Miller, Mad Max: Fury Road, en la que hay una simbiosis sublime entre los tiroteos y la introspección. La sinopsis promete ataques de criaturas extrañas, y este aparece enseguida, conservando sin embargo ese aura de misticismo lovecraftiano que le da tanta personalidad.
Como gran parte de la película se cimienta sobre secretos, lo mejor es que termine aquí la review sin spoilers. Si buscas una cinta que mezcle la acción con el desasosiego propio del cine de terror, pero que al mismo tiempo tenga una interesante reflexión sobre la condición humana, La Piel Fría es tu película. Eso sí, es posible que no quieras volver a dormir en la casa de la playa de tus tíos.
(Ahora analizaremos el trasfondo de la cinta, así que spoilers sobre la trama a partir de aquí)
El mensaje de la película se sostiene sobre dos relaciones: la de Friend y Caffo, y la de estos con los “carasapos”, las extrañas criaturas acuáticas.
Friend, nuestro entrañable protagonista, es un personaje que, si bien es amable y de buen corazón, parece haber perdido el entusiasmo por el mundo que lo rodea, viviendo así en una permanente apatía que lo aísla del mismo -en el libro se explica que es un ex combatiente del IRA desengañado con el mundo occidental-. Es un hombre culto y observador, encajando en el perfil de un protagonista de Julio Verne, que, al no encontrarle sentido a la vida, decide dedicarse a lo trabajo más insignificante que puede encontrar.
En cambio, Caffo encaja en el perfil del típico villano de película de terror: un hombre extraño, desaliñado y parco en palabras que decide ignorar a Friend, aunque esto implique su muerte. Empero, al conocerlo en profundidad, vemos que en realidad es un hombre profundamente atormentado que se ha endurecido por el aislamiento y los constantes ataques de los carasapo.
Durante la mayor parte de la película vemos que mantienen una relación casi de mentor/alumno, ya que Caffo le enseña a sobrevivir en la hostilidad de la isla, llegando a abandonarlo a su suerte para que masacre a todo un grupo de carasapos, pues considera que si no se endurece no podrá sobrevivir. Del mismo modo que un maestro toma a un joven sin experiencia y le da una misión, Caffo toma a Friend, que no tiene ningún propósito, y lo empuja a luchar, sacándolo así de su apatía.
Sin embargo la relación más importante es la que mantienen ambos con los seres acuáticos. Al principio parecen ser un simple recurso de la película, los zombies u orcos de turno, pero al final nos damos cuenta de que, si los vemos así, es simplemente porque no nos hemos esforzado en indagar. La verdad está ahí fuera, y en muchas ocasiones es necesario explorar, llevar a cabo un pequeño acto de fe que nos haga ver más allá de lo aparente.
Friend hace este esfuerzo a través de su relación con Aneris, una carasapo a la que Caffo tiene como mascota y como amante -sí, los fans de Lovecraft tienen la costumbre de emparejar a personas con humanoides con agallas-. Ve que es algo más que un animal de compañía, que bajo su piel fría -¡ahá!- hay algo más, esa clase de destello que probablemente poseyeron los humanos en los albores del tiempo.
A partir de ahí que la relación entre maestro y aprendiz comienza a truncarse. Caffo tiene una filosofía muy clara: quiere ser el amo de su destino. En el fondo no es más que un ser humano aterrorizado que trata de huir de lo accidental y de la insignificancia, esa clase de sensaciones que Lovecraft utilizara para aterrorizar a sus lectores hace ya más de cien años. Acepta que la isla es un infierno, y se siente tan cómodo presumiendo la maldad de cuanto le rodea, que la mera idea de abandonarla le da más miedo que los seres que le atacan cada noche. Por eso se niega a avisar a los barcos que puedan pasar cerca de la isla, así como a abandonarla cada vez que traen a un nuevo meteorólogo.
Considero que la mejor parte de la película reside en estas decisiones, ya que es muy fácil descontextualizarlas y ver casos muy similares en nuestro día a día. Uno puede asumir una actitud que lo proteja de la realidad y defenderla hasta las últimas consecuencias, o hacer un ejercicio de autocrítica que nos haga plantearnos hasta qué punto nuestros valores están justificados, porqué quizás están ahí solo por error o pragmatismo.
Aun así, y a pesar de que la película es muy entretenida, tiene el mismo problema que la mayoría de adaptaciones de libros, y es que cuando caen los créditos muchos puntos de la trama siguen sin resolver, y situaciones muy interesantes no reciben la profundidad que merecen, lo que implica que haya momentos en que las cosas pasan “porqué sí”. Hay que tener en cuenta que los libros manejan muchísima más información, y es una transición que debe llevarse a cabo con mucha maña, ya que traducirla a lenguaje cinematográfico puede ser todo un arte.
Finalmente, considero que La Piel Fría es una propuesta muy interesante, probablemente de las mejores jamás basadas en material patrio. Cuando salí del cine me dejó con ganas de volver a releerme el libro de Sánchez Piñol, aunque en gran parte para revisar detalles a los que no se les presta mucha atención. Este cruce entre Soy Leyenda y el terror lovecraftiano merece un hueco en la cartelera actual, en la que, con la notable excepción de Blade Runner 2049, parece que se ha perdido esta elegante combinación entre reflexión y entretenimiento.
Ficha técnica
- Título Original: Cold skin
- Dirección: Xavier Gens
- Guión: Eron Sheean, Jesús Olmo (Novela: Albert Sánchez Piñol)
- País: España
- Año: 2017
- Duración: 101 min.
- Género: Terror
- Interpretación: David Oakes, Ray Stevenson, Aura Garrido
- Productora: Babieka / Kanzaman / Gran Babieka / Ink Connection / Pontas Film, Literary Agency
- Música: -
- Fotografía: Daniel Aranyo
- Estreno en España: 20 de octubre 2017