Sinopsis
Secuela de Creed: La leyenda de Rocky, “Creed II” continúa la saga Rocky con la historia de Adonis Creed, hijo del mítico boxeador y amigo de Rocky, Apolo Creed. En esta nueva entrega, Adonis continúa su carrera como boxeador, con Rocky como maestro, mientras en su vida surgen nuevas responsabilidades familiares. Un día, reaparece un boxeador, tan importante para su pasado como para el de Rocky, que les llevará al límite a ambos, y les hará cuestionarse sobre qué vale la pena luchar.
Crítica
Críticas: “Creed II”
Creed II y la saga Rocky
Creed II es la octava entrega en la saga Rocky, si segundas partes nunca fueron buenas, entonces, ¿qué pasa con la octava? Por suerte para los espectadores, hay sagas que rompen con los estereotipos y son capaces de reinventarse, aportando novedades interesantes que enriquecen la saga en cada nueva entrega, y la saga Rocky es una de ellas.
Muchos afirman que la primera entrega es la mejor, Stallone se inventó un personaje basado en el boxeador de la vida real, Rocky Marciano, y lo enfrentó contra otro boxeador, Apolo Creed, también inspirado en la vida real, en este caso, Muhammad Ali. Sin embargo, lo más destacable de la película no fue el combate en sí, fue la historia de superación y motivación sin límites que provocó el combate.
Esto dejaba al propio combate en un medio para un fin, una excusa para contar una historia más compleja e interesante. El resto de entregas de la saga han sabido mantener esa esencia, y en cada una se han ido añadiendo elementos que han dado continuidad a una historia, que abarca varias generaciones.
Una de las mayores novedades que aporta Creed II a la saga Rocky, es que cuenta una historia dual: dos alumnos, dos maestros, rivales dentro del ring, pero no necesariamente fuera de él. La trama pone el foco en los Drogo, los contendientes en cuestión, mucho más que en ningún otro adversario de Adonis, o del propio Rocky. Los deseos y motivaciones de Drogo son claros y están desarrollados de manera natural y provocativa, rompen con el arquetipo de villano al que tanto héroe como espectador deben odiar, de hecho, por momentos dan ganas que gane Drogo.
Sin embargo, al margen de esta novedad, y otras como el drama familiar, que parece empeñado en perseguir a la familia Creed, de maneras cada vez más inesperadas. La película sigue en exceso la fórmula de Rocky IV, parte en la que el padre de Adonis, Apolo, se enfrentó contra Ivan Drogo, padre de su rival actual en esta nueva entrega. En ambas secuelas suceden hechos bastante parecidos, por no decir que siguen los mismos puntos con ligeras variaciones, lo cual no deja de ser decepcionante, ya que resta bastante originalidad a la obra.
El guion
Escrito por Stallone, alma de la saga, y Ryan Coogler, director de la anterior entrega, el guión sabe explotar la magia y virtudes de la saga para contentar a los fans más acérrimos de Rocky, pero también se preocupa de contar su propia historia, lejos de vivir de la nostalgia y el recuerdo.
La trama principal es el conflicto entre los Creed y los Drogo, con Rocky como invitado de lujo. En historia de la propia saga, el campeón ruso, Ivan Drogo, mató al mítico boxeador Apolo Creed en una pelea que, se suponía, sería de exhibición. Décadas más tarde, ante el éxito del hijo de Apolo como boxeador, reaparece Drogo con su hijo, a quién ha estado entrenando todos estos años, dispuesto a repetir el combate Creed versus Drogo, pero esta vez, con los respectivos hijos.
El desarrollo de esta trama está presente desde el primer minuto de pantalla, si uno de los objetivos era humanizar al personaje del villano ruso, se pueden dar por satisfechos. Generalmente, las discusiones más interesantes suelen ser las que parten de puntos de vista distintos, pero cada uno con algo de razón en su argumentación; aplicando la misma lógica al conflicto principal, es mucho más interesante si ambas partes del conflicto exponen sus motivaciones manera clara y entendible.
Silvester Stallone (Rocky, Rambo Acorralado), y Michael B. Jordan (Creed: La Leyenda de Rocky, Black Panther) interpretan de manera sublime a Rocky y a Adonis respectivamente, igual que en la anterior entrega, pero la sorpresa la da un magistral Dolph Lundgren (Rocky IV, Los Mercenarios) que se adueña de cada escena en la que aparece, en el papel del veterano Ivan Drogo.
También destaca Florian Munteanu, que pese a ser su primera película, al ser boxeador profesional, se defiende bien en su zona de confort y aporta mucho realismo a las escenas de acción. Los Drogo ya no son los crueles asesinos lobotomizados por la madre patria, son boxeadores pobres que han ascendido desde el fango para tener una vida digna, que luchan contra las adversidades, tanto dentro del ring, como fuera.
La historia presenta diferentes temas, que orbitan sobre el deseo de superación marca Rocky Balboa; temas como el esfuerzo, el sacrificio sin límites, la supervivencia, la familia o la responsabilidad. Sin embargo, el tema principal de la historia es el de vivir bajo las expectativas, y superarlas. Ambos boxeadores, Creed y Drogo, viven bajo la sombra de lo que fueron sus padres, ambos han sufrido humillaciones por ello, ambos han sido utilizados por gente únicamente interesada en sus mediáticos apellidos, y ambos saben que ganar es la única salida posible para superar sus respectivas diversidades.
Lástima los síntomas de repetición, recalcar que si algún espectador ha visto Rocky IV, seguramente sea capaz de predecir la mayoría de los acontecimientos de la trama. Pese a ello, las resoluciones del conflicto y tema principal son bastante satisfactorias, cumplen con lo prometido, e invitan a deducir que esta saga está en buena forma, y que posiblemente aguarde una nueva entrega en el horizonte.
Valores fundamentales
Tristemente, es posible que esta película sea percibida para algunos como “otra más de boxeo”, o incluso en su defecto, “qué pesado el Stallone”, y si bien es cierto que Stallone no es Albert Einstein, o Billy Wilder, también es cierto que no necesita serlo. Detrás de la imagen de tipo duro hay todo un artista que sabe cuáles son sus puntos fuertes, y los sabe explotar.
Las películas de boxeo, y de deportes en general, no suelen ir de boxeo, o del deporte en cuestión. No hace falta ser aficionado al boxeo para disfrutar Rocky, al igual que no hace falta ser mago profesional para disfrutar Harry Potter, lo importante son los personajes, historias y mensajes detrás. Tanto el boxeo, como la magia, son la punta del iceberg, siendo la base mucho más grande y enriquecedora, para quién se atreva a mirar qué hay en el fondo.
En el fondo de Creed II, vemos una historia llena de valentía, superación, respeto, fe, humildad, esperanza. El trabajo duro tiene recompensa, independientemente de que se premie con victoria o no, el simple hecho de dejarte la piel en lo que crees que es lo correcto, es recompensa más que suficiente. Aprender de los mayores y su sabiduría, que han vivido más que los jóvenes y merecen, como mínimo, mucho respeto.
Tropezar, y caerse, para aprender a levantarse. No dejar que los árboles impidan ver el bosque. Luchar, luchar, y volver a luchar. Estas son algunas de las moralejas de Creed II, y de la saga Rocky en general, que nos recuerdan valores fundamentales que nunca debemos olvidar. Y para esos días negros, en los que nada parece levantar el ánimo, películas como Creed II, nos recuerdan por qué vale la pena luchar, y por qué siempre hay motivos para plantar cara a la adversidad.
Ficha técnica
- Título Original: Creed II
- Dirección: Steven Caple Jr.
- Guión: Sylvester Stallone, Ryan Coogler
- País: Estados Unidos
- Año: 2019
- Duración: 130 min min.
- Género: Drama, Boxeo. Deporte. Secuela
- Interpretación: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Dolph Lundgren, Florian Munteanu
- Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / Warner Bros. / New Line Cinema
- Música: Ludwig Göransson
- Fotografía: Kramer Morgenthau
- Estreno en España: 25 enero de 2019