Ante la vida, hay dos posturas: perder el tiempo en lo malo o invertirlo sabiamente en lo bueno. Esta dicotomía -resuelta hacia la segunda opción- atravesó todo el cine que se premió durante la doble gala de CinemaNet en Madrid: la entrega de los premios Personaje y ¡Qué bello es vivir!, que tuvo lugar este lunes en el auditorio Cofares.
La librería, Red de libertad, Converso, Lo que de verdad importa y Wonder fueron los cinco títulos galardonados en una celebración donde cobró especial protagonismo el homenaje al profesor Alfonso López Quintás. “Durante mi trayectoria siempre me ha interesado acercar las inmensas posibilidades de belleza que tiene el arte a la gente llana y buena, no tanto a los académicos”, declaró López Quintás al recoger su estatuilla.
Con casi un siglo de investigación al servicio de esta causa a sus espaldas, el creador del método lúdico-ambital habló durante la gala de películas como Camino al paraíso –“en ella, un momento de música, de belleza, redime el horror del campo de concentración”, señaló- o Ben-Hur. La crítica de cine y miembro del jurado de los premios Ninfa Watt destacó de López Quintás el haber volcado su inteligencia en ayudar a los demás a acercarse a las películas con una mirada profunda.
Premio Personaje: dos modelos para vivir en plenitud
Previamente, en la gala se habían entregado el resto de estatuillas, cinco Olas de Oro que reproducen la forma del Monumento a la Familia, situado en Tortosa. Dos de ellas se dedicaron al Premio Personaje, que este año alcanza su 9ª edición. Este galardón reconoce a los personajes cinematográficos que durante el año anterior se han alzado como modelos para una vida más humana y más plena.
En esta ocasión, los dos personajes premiados han sido sor Helena Studler, de la película Red de libertad, y Florence Green, la protagonista de La librería, de Isabel Coixet. En el caso de la primera, recogieron el premio el director de la película, Pablo Moreno, y Assumpta Serna, la actriz que interpreta a esta monja que, durante la II Guerra Mundial, salvó a más de 2.000 personas de los campos de concentración cercanos a su pueblo, en Francia.
“Encarnando a este personaje he descubierto que la religión no es un saco, sino un conjunto de personas muy diversas”, señaló Serna, que se declaró orgullosa de haber descubierto la labor de las Hijas de la Caridad, la orden a la que pertenecía Studler. “Hoy, como hace 400 años, estas monjas mantienen el impulso de hacer más feliz la vida de los demás”, comentó en su discurso de agradecimiento por el premio.
Por otro lado la miembro del jurado Emiliana Piedra destacó del personaje conductor de La librería su amor por los libros, que la lleva a hacer algo por solucionar el vacío existencial que se ha instalado en su pueblo. Con esta película, Coixet eleva un canto de cariño hacia la literatura y hacia el prójimo, un canto encarnado en el personaje de la librera.
Así es el cine cuando exclama: ¡qué bello es vivir!
Junto a estas dos, otras tres películas fueron premiadas con el capriano galardón ¡Qué bello es vivir!, que promueve el cine que actúe como espejo de la belleza de la vida y la dignidad de la persona. En esta 6ª edición, las películas premiadas fueron tres: dos españolas –Lo que de verdad importa y Converso– y una estadounidense -la conmovedora Wonder-.
La profesora y crítica cinematográfica Mª Ángeles Almacellas definió la primera de ellas como “una cinta sobre la misión que tenemos todos en la vida de ser bálsamo para los demás, aparcando el egoísmo y el temor”. Una valoración que resume en una frase el espíritu de una película dirigida por Paco Arango y orgullosa portadora del título de cine 100% benéfico.
Esto es porque todos los beneficios de la cinta van destinados a programas de investigación para curar el cáncer infantil. El propio Arango, al subir a recoger su estatuilla, declaró que su intención al rodar Lo que de verdad importa había sido “hacer una película que corriera por el mundo haciendo el bien”.
Otra de las premiadas de la gala fue Converso, un documental de David Arratibel que el profesor Juan Orellana introdujo como “una película sobre el arte de establecer esas conversaciones auténticas que sirven para buscar juntos la verdad y que engrandecen a quienes las tienen”. En esta cinta, las conversaciones giran en torno a la fe sobrevenida: Arratibel se encontró de repente con que uno a uno los miembros de su familia se iban convirtiendo a la fe cristiana, y se encontró descolocado.
Su madre –Pilar Aramburu, que subió a recoger el premio en su nombre- habló de esto y, visiblemente emocionada, agradeció a “la magia del cine” su capacidad de abrir vías de comunicación. “Pasa en muchas familias, que solo se habla de lo fácil y se omite lo complicado, que queda pendiente”, señaló, feliz de haber participado en una película en la que su hijo ha plasmado la vida misma, la vida verdadera.
En definitiva, cinco películas y una persona que encarnan el espíritu de CinemaNet: emplear el cine como herramienta para cambiar el mundo a mejor, corazón a corazón. Cine que inspira y que acerca, que nos pone a los espectadores frente a la belleza y nos interpela. “Y ahora, ¿qué vas a hacer tú?”, parece decir. La solución que propuso esta gala es la del principio del texto: no perder el tiempo en lo malo, sino invertirlo con alegría en lo bueno.
Muy bueno el reportaje de la Gala, textos y fotografias . Enhorabuena