Sinopsis
Duval es otro más de los afectados por la crisis económica. Tras dos años en paro recibe una oferta muy bien remunerada, a cambio de no hacer preguntas y una absoluta discreción. Tiene que transcribir literalmente las casetes enumeradas que se encuentran en la sala donde trabaja. Un trabajo en apariencia sencillo que le involucrará en una trama de corrupción política.
Crítica
La mecánica del hombre
No, no es Dustin Hoffman, aunque bien pudiera serlo. Se trata de François Cluzet, el otro protagonista de Intocable, el gran éxito francés de 2011. Aquí desempeña un simple papel de oficinista que acabará afectando a su vida privada, desconfiando de todos aquellos que le rodean.
Estamos ante una pura trama de intriga política que va mostrando de forma pausada sus cartas, mientras crece nuestra angustia y la del propio protagonista en ver como sale indemne del lío tremendo en el que se mete.
Testigo es una opera prima y se nota para bien y para mal. Por un lado la narración es sumamente original y hay un notable interés por meternos dentro de la historia. Así, nos vemos reflejados en un hombre corriente, de mediana edad, que ha sido alcanzado por la crisis y al que el mercado laboral no le ofrece una segunda oportunidad. Eso le hace caer alcohol y busca rehabilitarse a través de un grupo de alcohólicos anónimos.
En este punto le habría sido muy fácil caer en la comicidad o en la extravagancia, pero la película se detiene lo justo y lo hace con sumo respeto. Muestra a un grupo heterogéneo de personas cuyo objetivo es dejar de caer en la bebida. Su base es la oración para, desde la humildad, reconocerse sencillos, volubles, pecadores, gente que necesita de una mano amiga para corregir sus defectos y acrecentar las virtudes que tienen y a veces desconocen.
Duval, así se llama el protagonista, quiere recuperarse y eso le conduce a aceptar un empleo que no será lo simple y sencillo como en un principio promete su interlocutor. Un hombre corriente atrapado por el azar en una intriga criminal.
Si el director es hábil en dar forma a la trama, no lo es tanto en construir personajes secundarios. Algo que si hacían muy bien los cineastas clásicos. El personaje femenino es puramente anecdótico y solo sirve para humanizar al protagonista y que le afecte en lo personal el conflicto en el que se ve envuelto.
Luces y sombras para una historia entretenida, con un toque noir, que da lo que promete pero que podría ser mucho más redonda. Esperamos que lo consiga a la próxima.
Duval -interpretado por François Cluzet (Intocable), gran actor del panorama francés y doble de Dustin Hoffman – es un contable maduro en horas bajas que acaba perdiendo su trabajo en los primeros minutos de la película. Después de salir del alcoholismo y algo desesperado, el director de una misteriosa oficina de seguridad le ofrece un trabajo: transcribir escuchas telefónicas.
Encerrado en un viejo apartamento, Duval debe seguir las estrictas exigencias de su jefe (las transcripciones deben hacerse con máquina de escribir, las páginas con errores deben ser destruidas, no puede fumar, no puede salir antes de su horario…). Rápidamente, la vida de Duval da un giro, vinculándose a una operación secreta que pretende cambiar el destino político de Francia.
Testigo destaca por tratarse de una propuesta sobre espías alejada de las propuestas de este género a las que el cine norteamericano de los últimos nos tiene acostumbradas, como son las de la saga 007 o Bourne, llenas de acción y artificios. Por el contrario, se asemeja mucho más al ya film clásico La conversación, de Francis Ford Coppola, o a la más reciente La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmarck, centradas también en el drama detrás del hombre que escucha grandes secretos de estado.
De este modo, aunque no con la misma profundidad que en la película de Coppola o de von Donnersmarck, el film indaga sobre temas como la soledad y las adicciones, fruto de las presiones del ritmo de vida laboral actual; la desesperación que la falta de oportunidades para gente de la edad de Duval generan y le llevan a aceptar un trabajo de dudosa categoría; así como el problema de la integridad moral ante las presiones de los empresarios.
Esta ópera prima de Thomas Kruithof acierta en la creación de un ambiente negro, tenso y frío, y en la repetición de giros y lugares comunes del género, muy fiel al estilo clásico. Igualmente, la frágil situación con la que se expone al protagonista y la admirable interpretación de Cluzet, permiten una conexión prácticamente inmediata con el mismo. Con todo ello, a pesar de que resulta una apuesta poco original y previsible, poco deslumbrante, el director configura una efectiva historia de complots políticos que genera la intriga necesaria y mantiene el suspense casi hasta su desenlace.
Ficha técnica
- Título Original: La mécanique de l’ombre
- Dirección: Thomas Kruithof
- Guión: Yann Gozlan, Thomas Kruithof
- País: Francia
- Año: 2016
- Duración: 88 min min.
- Género: Intriga. Thriller | Espionaje
- Interpretación: François Cluzet, Alba Rohrwacher, Simon Abkarian, Sami Bouajila, Denis Podalydès, Alexia Depicker
- Productora: Coproducción Francia-Bélgica; Casting7 / Scope Pictures / Silenis Media
- Música: Grégoire Auger
- Fotografía: Alex Lamarque
- Estreno en España: 9 de junio de 2017